viernes, 26 de junio de 2020

III: EL LECTOR. Reflexiones del Mercado de la Lectura


REFLEXIONES EN TORNO A LA LECTURA, LOS LECTORES, EL LIBRO, LAS EDITORIALES, LAS LIBRERÍAS, LA ECONOMÍA, EL MERCADO Y LA POLÍTICA  PÚBLICA EN LA MATERIA III

EL LECTOR
“La palabra es el hombre mismo. 
 Sin ellas, es inasible.
El hombre es un ser de palabras.”
Octavio Paz
1. Antecedentes
2015: En realidad, nuestro concurso atiende a razones de mayor significado, en virtud de la naturaleza y papel que desempeña el objeto de nuestra empresa: el Libro y el uso que se deriva del comercio de libros: La Lectura. (Cristina A- García P., Librería La Web o N@D@, Premio Emprendedores estado de México 2015)

2016: Estamos presentes en el Concurso Nacional de Librería, por una razón Política, por encima de cualquier otra razón. Es la que atañe a la naturaleza y papel que desempeña el objeto de nuestra empresa: el Libro y el uso que se deriva del comercio de libros: La Lectura. (Cristina A- García P., Librería LibrArte Premio Nacional Librería 2016 Indeli-FIL Guadalajara)

2017: Si hace un año reconocieron en nuestra entidad un modelo emprendedor enfocado en la consolidación hacia dentro de la librería, hoy nos proponemos ¡Salir Afuera! y llevar hasta los rincones apartados de nuestra región, el hábito y el placer de la lectura y la importancia del libro…
La razón económica en que se basa nuestro Proyecto, reside en la gran cantidad de pueblos y comunidades aisladas y con problemas de comunicación, muy difíciles de salvar. La dispersión demográfica y el gran número de escuelas de todos los niveles educativos, es la causa formal de lo mismo.
Construir lectores es la razón que justifica y explica esta estrategia de mercadotecnia. El mercado ya existe en términos demográficos, hay que desarrollarlo y nutrirlo. Porque la causa final radica –ya lo señalamos- en la naturaleza y papel que desempeña el objeto de nuestra empresa: el Libro y el uso que se deriva del comercio de libros: La Lectura y la Escritura.
Una razón mayor, eminentemente política: Fomentar la lectura para formar ciudadanos, que accedan a la palabra y a la civilización. Saber Leer y Escribir es Saber Pensar. (Cristina A. García P., Premio Nacional al Fomento a la Lectura y Escritura 2017 SC – SEP- CANIEM)



2. El Lector
La Economía de México esta sujeta a un patrón moneda internacional que determina el sistema nacional de precios. Un sistema monetario nacional que adopta al dólar, a la divisa norteamericana como medida para determinar los términos de intercambio de todos las mercancías que se compran y venden, siempre y cuando sean parte de los sistemas de cuentas nacionales, anuales, legales. Pero existen otros sistemas de precios, de intercambios, de visiones y previsiones:

“En México, lo tradicional fue vivir sin jefe. Buscar empleo fue tan mal visto que José María Luis Mora escribió un famoso "Discurso sobre los perniciosos efectos de la empleomanía" (1827). Todavía en 1950, el censo de población registró 3.5 millones de empresarios contra 3.8 millones de asalariados (Ifigenia Martínez de Navarrete, La distribución del ingreso y el desarrollo económico de México, Cuadro 5). Es de suponerse que los empresarios incluían, no sólo patrones, sino profesionistas, artesanos, ejidatarios y cooperativistas. Pero lo importante es que la mitad de la población ocupada (el 48%) no estaba asalariada.
La disciplina de ir a un lugar de trabajo, marcar tarjeta y recibir órdenes no formaba parte de la cultura mexicana; y no fue fácil de aceptar, cuando el país empezó a piramidarse. A muchos les parecía humillante. Para vencer esa resistencia, las grandes empresas y el gobierno tuvieron que ofrecer sueldos y prestaciones superiores a los ingresos obtenidos de manera independiente. Por eso, aunque se supone que trabajar por cuenta propia deja más que ser empleado, no es así. Si lo fuera, nadie aceptaría obedecer.” (Gabriel Zaid, Vivir Sin Jefe, Letras Libres, septiembre 30, 2013)

Sucede lo mismo con los libros y la naturaleza de la Lectura, que será necesario revisar. De la Historia de la Filosofía, de Jesús Mosterín (Alianza Editorial) transcribo a continuación algunas ideas y conceptos principales: Usaré la palabra “literatura” como “el conjunto de aquellos escritos con pretensiones artísticas destinados, no a informar al lector, sino a producirle un cierto tipo de placer.”… porque estamos acostumbrados a identificar el placer de la literatura con el placer de la lectura... Los destinatarios de la poesía no eran lectores, sino oyentes, no la “consumían” a través del sentido de la vista, con los ojos, sino con los oídos.

Littera es la voz latina más remota para designar el vocablo letra… su colectivo litterae (del griego gramatta) es el nombre de la carta (del griego epístola)… Litteratura el saber que atañe a las letras, del que forma  su pieza clave el arte de escribir y leer… razón por la cual el letterator es quien enseña las letras o el alfabeto, el maestro de gramática… entonces la voz Literatura nombra toda clase de obra escrita… que mete en un solo costal lo mismo ensayos y textos magistrales, poesía, letras clásicas, que drama, ficción e incluso lo que el comercio voraz global y plutocrático denomina best sellers, en vez de las belles letteres. (Diccionario de la Democracia, Patricio Marcos, Introducción, Edit. Ángel Porrúa)

Se sabe que en la Grecia Clásica (del 499 al 323 a.n.e.), incluso los textos informativos, no literarios, se oían más que se leían y en clase, el maestro se valía de un esclavo especializado, el anagnóstes, o lector y, que la publicación de un libro consistía en la lectura pública por los esclavos lectores. Lo mismo sucedía en la Academia de Platón (387 a.n.e.), donde los alumnos se enteraban de los libros cuando el lector, el  anagnóstes lo leía en voz alta.

Diógenes Laercio -o quizás Plutarco- cuenta… que la lectura era considerada una tarea servil en la Academia de Platón. Como se dieran cuenta que Aristóteles no empleaba sirviente para que le leyera, sino que él mismo leía los textos, se ganó el apodo de “El Lector” en son de burla. (Vidas Paralelas VI, Plutarco, Biblioteca Clásica Gredos 363, 2007)

Pero la curiosidad de los textos del joven Aristóteles le llevó a conocer muchos más libros que los que el esclavo podía leer en voz alta. Por eso se puso a leer él mismo directamente de los libros con inmensa voracidad intelectual, a tal grado que entre los demás integrantes de la Academia le comenzaron a llamar, como apodo, mote, el anagnóstes: el lector. Aristóteles fue uno de los precursores de la costumbre de la lectura personal,

Hay que recordar que los “libros” de esa época eran unos rollos fabricados con la corteza dulce y suave del papiro, un arbusto lacustre, cuya savia permitía pegar entre si unas tiras largas que contenían los textos escritos y que ya secos se enrollaban, como si fuera un rollo de papel higiénico. El libro (biblia) era ese rollo que se iba leyendo conforme se iba desenrollando. Leer entonces era mucho más difícil de lo que es ahora, pero la lectura en voz alta también representaba varios problemas.

Aristóteles El Lector, recomienda no solo la lectura de muchos libros, sino la elaboración de fichas y el ordenamiento de las mismas por temas, ideas, objetos… “es útil… recopilar proposiciones de entre las expuestas en los libros y confeccionar listas de cada tema, agrupándolas bajo epígrafes adecuados” (Tópicos Libro I). El de Estagira predicaba con el ejemplo y por ello se sabe que en el Liceo llegaron a tener en existencia  más de 158 constituciones (hablamos de 158 mil años de vida política, si se atiende a que cada uno de los Estados analizados, tiene una duración promedio de mil años, entre su ascenso y caída…), de las cuáles únicamente ha llegado a nuestras manos la Constitución de Atenas, escrita por el mismo Aristóteles.

3. Platón y Aristóteles frente a la literatura
Aristóteles pasó 20 años en la Academia de Platón, donde reinaba una gran libertad intelectual, incluso la discusión de posiciones opuestas en temas que como la literatura enfrentaba al maestro con el alumno. “Platón era mejor artista de la palabra que Aristóteles. Ha sido uno de los más grandes escritores que ha tenido la lengua griega. A pesar de lo bien que escribía, Platón desconfiaba profundamente de la escritura y de los libros. Su venerado maestro, Sócrates, no había escrito nunca nada. Y él mismo había manifestado la inferioridad de la palabra escrita respecto de la hablada: el libro no sabe responder a las objeciones y preguntas y es incapaz de transmitir un saber vivo y eficaz, limitándose a un simulacro de saber.” Aristóteles, inventor de la prosa científica, analítica, concisa, seca y ayuna de florituras y preocupaciones estéticas, apreciaba enormemente los libros, que coleccionaba, leía y anotaba incansablemente.

Platón manifestó una actitud completamente hostil al arte y a la literatura en particular… los artistas serían expulsados de su Ciudad ideal, pues sus obras excitaban las bajas pasiones, propagan falsedades y perjudican a la ciudadanía en general y a los niños en particular. Para Platón ya la presunta realidad sensible es una imitación y la literatura, es una imitación de la imitación… solo lo vil es engendrado por el arte… “los poetas implantan una actitud política perversa en el alma de los individuos…” (La República,  Platón)

Aristóteles defendió siempre a los artistas y poetas frente a las acusaciones de Platón… argumentaba que la verdad es el objetivo de la ciencia pero no de la literatura. Aristóteles se adelanta y sienta las bases del Psicoanálisis (La Ética) y concluye que la principal forma literaria, la tragedia incluso es benéfica porque produce un impacto emocional en el espectador o lector, que le permite alcanzar un equilibrio psíquico, gracias a la purgación (Catarsis) y superación de sus emociones de terror y aflicción…

Platón hizo suya esta concepción romántica del poeta y en el Diálogo Ion o sobre La Ilíada (conocido también como De la Poesía) dice, que no es en virtud de una técnica como se hacen todas estas cosas y hablan tanto y tan bellamente… sino por una predisposición divina… hacia lo que la musa dirige…afirma que todos estos hermosos poemas no son de factura humana ni hechos por los hombres, sino divinos y creados por los dioses… los poetas no son otra cosa sino intérpretes de los dioses, poseídos cada uno por aquel que lo domine.

Los griegos carecían  de una palabra específica para referirse a la literatura. Solían usar la palabra “poesía” para referirse a la obra literaria y “poeta” para el autor. Pero esas palabras eran muy genéricas. En realidad poesía significaba producción o construcción o fabricación, y poeta significaba constructor… el que hace cosas… cada quien era un poeta (de allí la pregunta coloquial ¿cuál es tu arte?, con el que frecuentemente se interroga a la gente para saber qué es lo que sabe hacer…) Cada productor tenía su técnica particular y sus reglas para hacer sus productos. El poeta, en sentido actual, el literato también era un productor que trabajaba con palabras (otros con cuero, con piedras, con vidrio…) Por lo tanto, era un productor técnico,  disponía de una técnica…

Los griegos tenían conciencia de ambos momentos o componentes: inspiración y técnica en el proceso de creación literaria… Platón, al conferir un dios o una musa la creación literaria, minusvaloraba el papel de la técnica (el trabajo del poeta)… de ahí que los buenos poetas no era en razón de su técnica superior, sino porque estaban poseídos y endiosados… posesos de las musas…
La posición de Aristóteles era diametralmente opuesta. Enfatizaba el papel de la técnica en la creación literaria,  y si bien reconocía a individuos que podían abandonarse a sus delirios, tenían más posibilidades de triunfar aquellos hombres de talento que se basaban en el dominio de la técnica: un saber hacer (know how) sometido a reglas… Y nadie como Aristóteles había estudiado las obras literarias que existían entonces, con tanto detenimiento… Estando en la Academia, Aristóteles daba clases o conferencias y los apuntes que él usaba para esas clases se han conservado y constituyen el libro de La Poética…

  






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