sábado, 13 de junio de 2020

II: LA LECTURA COMO POLÍTICA DE SALUD PÚBLICA. Reflexiones del Mercado de la Lectura


Carlos López Moctezuma (CANIEM-ALMAC), Pedro Armendáríz (México), Arturo de Cordova (las Librerías)

REFLEXIONES EN TORNO A LA LECTURA, LOS LECTORES, EL LIBRO, LAS EDITORIALES, LAS LIBRERÍAS, LA ECONOMÍA, EL MERCADO Y LA POLÍTICA  PÚBLICA EN LA MATERIA II


La Lectura como Política de Salud Pública

Introducción
Estas reflexiones se originan en la necesidad de continuar un diálogo suspendido desde hace un año, cuando el mercado de la lectura en México sufrió cambios institucionales en los organismos cupulares. Mientras el Fondo de Cultura Económica ha hecho lo posible para subsanar un añejo problema estructural con sus proveedores y empezar con el Fomento a la Lectura, la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, por el contrario se ha organizado para cooptar, conspirar y vetar a todo aquel que no repita el relato que le interesa.

Hay que retomar la palabra para exponer otro punto de vista totalmente diferente al que se propala en estos días en los medios de comunicación en México, sobre la “gran crisis” por las que atraviesan las librerías: lo cual es totalmente falso y en cambio, es el argumento usado por el sector más conservador y reaccionario del “ecosistema” de “la cadena” del libro y la lectura: es decir aquellos agentes que no quieren cambios en un mercado cultural, de importancia capital para la verdadera transformación de México.


Es, como veremos, una minoría que reacciona en contra de los cambios indispensables para que el libro llegue a toda la población, Para que la gente pueda leer las lecturas indispensables para convertirse en buenos lectores. Para que el mercado de la lectura se expanda y se cubra con nuevas librerías -por lo menos una en cada municipio nacional-; para que se editen obras literarias a bajo costo: parafraseando a Gabriel Zaid, libros muy baratos y muy productivos y no como ahora que se cuenta con una oferta de libros que pueden ser muy productivos pero muy caros o peor aún muy caros y nada productivos.

Me encontré en las redes sociales una opinión de Miguel Barquiarena, quien de buen gustó aceptó que lo citara textualmente: “Entré a la Red de librerías Independientes. Lo primero que me aparece son los cuentos de Washington Irving, esos ni pagan derechos, pero el libro cuesta 600 pesos, más envío, es una locura, yo consigo sus cuentos por menos de un dólar en Amazon, en ediciones de medio uso. Otros libros andan entre 350 y 450 pesos. No sería tan malo que algunas editoriales y librerías desaparezcan, si se pierden unas, otras van a surgir con mejores precios y autores. En lugar de campañas de rescate, deberían ser autocríticos y cuestionarse ¿por qué no aumentaron sus ventas con la gente en cuarentena? Es como la evolución darwiniana, ni los más grandes ni los más fuertes, sobrevivirán los que se adapten mejor al cambio.”

Ese es exactamente el punto central que anima estas reflexiones, que espero se generalicen y se discutan la naturaleza y papel de las librerías en México, que parece que no le interesan a nadie o al menos muy poco. Sujetas a la presión de la modernidad, a la inmediatez de lo efímero, al avasallamiento comercial de la tecnología digital, a la mala educación escolar, el problema capital de las librerías. La tesis por desarrollar y demostrar en este ensayo es que las Librerías son la puerta principal para fomentar un cambio social, político y económico en México, en la medida en que atiendan al papel central del objeto de su comercio: el Libro; y en seguida a la causa final para el cual se editan libros: la Lectura


Porque tras cinco años de ser parte, de investigar, observar, platicar y establecer vínculos personales y comerciales con las personas más conocidas y de mayor reputación en el mercado de la lectura, he llegado a la conclusión de que esta gente no sabe lo que hacen (por supuesto que hay sabios libreros que merecen todo nuestro cariño y respeto, pero son muy pocos). Peor aún, no entienden a lo que se dedican, pero como son “gente de letras”, con múltiples estudios especializados y sobre todo, personas que llevan años de conocerse, padecen de ese enorme complejo muy mexicano de sentirse que solo ellos saben y entre ellos se reparten los honores. Hace algunos años escuchaba un símil con el COLMEX, porque entre aquellos se distinguían como el mero mero en historia y tú, el súper chiras en economía y otro era en sociología y así, solo ellos, sin que nadie más pudiera cuestionar sus extravagancias en el bunker de Picacho. Es lo que pasa con todos los “conservas” que “lloran y que del cielo imploran” que regresen sus becas, sus conacytes, sus lujos y el chayote.

En el caso del Mercado de la Lectura habría que comenzar por precisar hasta el lenguaje correcto porque allí se origina el problema estructural: Hay que hablar de MERCADO DE LA LECTURA para que se puedan entender las relaciones entre las empresas editoriales, los  libros, las librerías, los lectores; asimismo, dejar de usar la atildada pero incorrecta palabra de “librero” al referirse a las personas que hacemos del comercio de libros en las librerías, la puerta de entrada a un mundo fascinante, realmente al alcance de todos. Nosotros somos PROFESIONALES DE LA LIBRERÍA, los libreros son los muebles donde se acomodan los libros.

Cabe señalar en este punto una distinción olvidada pero indispensable para abordar un problema tan complejo como el de la Lectura y la vida política bella: existen médicos físicos, dialécticos y sabios. Los médicos físicos son los que buscan la curación de las enfermedades, solo en función de los síntomas que presenta el cuerpo de los pacientes; Los médicos dialécticos son los que se atreven a combinar los diagnósticos de los malestares en tópicos bacterianos, virulentos o de esa especie, con medicinas alternativas y estados emocionales. Finalmente los médicos Sabios son aquellos que localizan la razón de la enfermedad en los desequilibrios en la palabra, en la puntuación del inconsciente profundo.



Luego entonces, el primer diagnóstico de nuestro paciente, es que el campo de la lectura se encuentra enfermo, mal comido, mal atendido por médicos convenencieramente ladrones o por brujos y hechiceros, que no saben lo que hacen o hacen lo que saben que les dejará más ganancias monetarias (recomendamos ampliamente buscar y ver El Rebozo de Soledad película mexicana de la época de oro del cine nacional, que se desarrolla en nuestra “tierra caliente”… disponible en YouTube)

No es cosa menor, porque entonces se puede entender la desfachatez y el ridículo que representan una triada organizada (según yo de manera deliberada y fríamente calculada), según otros, producto de la vanidad y “para saciar egos”, por el “arribismo” de los actores de esta comedia: me refiero en primer lugar a la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM), en la persona de su actual Presidente, Juan Luis Arzoz Arbide. Por la Asociación de Librerías de México (ALMAC), en manos de Rodrigo Pérez Porrúa, como cabeza visible, pero que obedece en realidad a los intereses de dos jugadores, un claro oligopsonio consumidor, las cadenas libreras Porrúa y Gandhi; y,  por un membrete al que fuimos invitados en noviembre de 2018, por  Claudia Bautista una arribista y usurpadora que se planta como Presidente de un  producto desechable, porque no existe en la ley escrita ni en la práctica consuetudinaria el término Independientes, como Librería, o sinónimo, ya sea por tamaño, origen del capital, ubicación geográfica, nada. En realidad la Red de Librerías en vez de Independientes deben ser llamadas DEPENDIENTES (ReliD) porque su origen y aparición pública fue para acompañar a los otros dos agentes mencionados,  para ir en contra de la Cuarta Transformación y particularmente contra la persona designada por el Presidente de la República para organizar y dirigir el mercado de la lectura, que a mí no me cabe duda que lo entiende muy bien: Paco Ignacio Taibo Mahojo (PITII)

Antecedentes
Nuestra relación con la ReliD, ha sido efímera porque desde un principio, la “Presidenta” protestó (me cuestionó personalmente) que yo participara con un texto en un ciclo de mesas sobre Cultura al que convocó la 4T –Precisamente PIT II-  semanas previas al cambio de gobierno federal. No me di cuenta en esos momentos de gran alegría por el triunfo de AMLO, que el ReliD tenía una intención política, arribista y de protagonismo. Y no obstante que nosotros escribimos el texto que Claudia Bautista leyó en la misma reunión a que hago referencia, ni nos citó y en seguida suspendió toda comunicación.
Un par de meses después, fuimos invitados por la CANIEM, a la última reunión organizada aún por la administración encabezada por Carlos Anaya Rosique, que trató sobre las librerías y las editoriales, con la presencia del Diputado Sergio Mayer, a donde llevamos como Librería y todavía como integrantes de una Red de Librerías Independientes, la propuesta de hacer de la Lectura una Política de Salud Pública  (por supuesto que el diputado de la “bolita que sube y que baja” no entendió ni madres). Resulta que las librerías Dependientes  y especialmente la “Presidenta Bau”, no obstante haber sido invitadas por Cristina García, Directora General de Librería LibrArte, no se dieron por enteradas (tampoco las otras 18 librerías Fifís), y mejor ese día se transmitió en sus redes, a la  misma hora, una conferencia de Rodrigo Pérez Porrúa, en el Centro Cultural de España, respondiendo claramente al espíritu traicionero, egotismo y a la vena dependiente de la ReliD

Con ALMAC tampoco hay buenas relaciones. Supimos de esta sociedad hace unos cinco años cuando invitaron a LibrArte a la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ) y ellos cubrieron los gastos de transportación y alimentos (unos $500). Luego, tras haber recibido el Premio como Librería Nacional 2016, intentamos participar en un congreso que se llevó a cabo en la ciudad de Puebla, pero ALMAC no aceptó dar un espacio para que pudiéramos hablar de nuestro caso, como Librería municipal, localizada en una región conocida por su alta peligrosidad criminal. El tercer encuentro con ALMAC fue cuando ellos nos hicieron entrega de una suma de dinero en efectivo, por haber obtenido el Premio Nacional al Fomento a la Lectura y Escritura, convocado por las secretarias de Cultura y de Educación Pública, así como la CANIEM. Después de eso hemos intentado dos veces contar con asesoría o apoyo para resolver dos problemas específicos (libro “pirata” o plagiado, y un asunto de contrato de arrendamiento), pero en ambos casos se deslindaron totalmente y nos remitieron a la Cámara Nacional de Comercio. Hay que consignar que ALMAC es un berenjenal por lo enredado de la situación en que se encuentra: origen, razón social, propósito, y el reducido número de socios que la integran: 32 librerías

No ha sucedido lo mismo con la CANIEM, quien hasta marzo del año pasado 2019 se convirtió en una gran aliada de todas las librerías de México y amiga de LibrArte, a tal grado que aceptaron una invitación para viajar hasta la “tierra caliente” de Tejupilco y acompañarnos tanto el Presidente de la Cámara, Carlos Anaya Rosique, como el Director de Editamos Arturo Ahmed, a un pequeño brindis, con motivo de un aniversario de los tres Premios que hemos recibido como librería.
Sin embargo esta relación se ha distanciado a partir del cambio de mesa directiva. Porque el nuevo presidente es un conservador pendiente de servir con preferencia total a la casa que lo patrocina: Editorial Santillana (Grupo PRISA, Televisa, Radiópolis, El País). Porque la CANIEM se encuentra en un momento crítico como asociación, sin representados. De un conjunto de entre 200 y 215 editoriales que normalmente están afiliadas a la Cámara patronal, se prevé que el número de editoriales que permanecerán al finalizar este año 2020, no serán más de 70, por tres causas probables: por la forma en que se apoderó el Grupo Santillana de la CANIEM; por la crisis de salud por la que transitamos todavía en México;  pero sobre todo por el ridículo de Arzoz Arbide, al repudiar un acuerdo propuesto por PIT II, para saldar la deuda acumulada de sexenios y sexenios sin pagar, por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA). 
Y es que la quita del 20% sobre el total acumulado no solo resarcía de capital a las empresas editoriales en espera de pago, sino que procedía con elemental justicia con una adeudo que como todas las deudas que se contratan con el Gobierno en cualquiera de sus tres niveles de administración, siempre conllevan un agregado por el consabido tiempo de espera para el pago; los “moches” y los sobreprecios: eso lo sabemos todos, menos Juan Luis Arzoz, que por eso se quedó solo, “chiflando en la loma”, porque se estima que a la fecha, se han cancelado ya el 95% de los pagarés pendientes, es decir que más de 9 de cada 10 editoriales,  ya han aceptado el pago pendiente, menos el descuento ofrecido.

Nosotros no tenemos dudas de que el peregrinar de esta gente, los dos membretes,  la ALMAC y ReliD, que no representan ni el 5% de las librerías (son 50 negocios de un universo nada confiable de entre 600 y 1,500 establecimientos); tomadas de la mano de la CANIEM que a lo sumo reúne al  7% de las editoriales (70 afiliados de un total cercano a las mil editoriales –un dato también sujeto a controversia, porque puede incluir editoriales y sellos editoriales, que no son lo mismo, pero sí-)  el pasillo que se les ha abierto en los medios de comunicación más “chayoteros” tiene como origen un PROPÓSITO PÓLITICO: reaccionar en contra de la 4T... bloquear al Programa Nacional de Lectura y en general reaccionar contra todo lo que signifique fomento a la lectura, que es una de las cosas que mejor sabe hacer y donde acumula años de experiencia el querido PIT II, a través de su Brigada para leer en libertad A.C.

La mejor prueba del espíritu “arribista”, conspirador y belicoso de la triple entente (¿enclenque?) son sus dichos, la repetición de sus demandas, pero principalmente las alianzas que intentan forjar al interior del sistema político mexicano: Hace tres años ALMAC anduvo pergeñando por todos lados hasta que los recibieron el matrimonio (por fortuna siniestrado) Moreno Valle, es decir el Partido Acción Nacional. Hoy es peor, porque sin personeros que atiendan sus plañideras, la CANIEM-ALMAC-ReliD, se han acercado a uno de los “cartuchos” más quemados de la historia nacional contemporánea: Miguel Ángel Mancera, un traidor desolado –con cuentas pendientes con la justicia- en una mini representación de lo que queda, de lo que fue el Partido de la Revolución Democrática.

El papelón de esta falsa representación social que insiste en sus privilegios (CANIEM) y los anagnóstes –léase esclavos- (ALMAC-ReliD), constituye una auténtica vergüenza para los Profesionales de las Librerías, para todo lector que se precie de serlo, para todos los lectores nacionales, potenciales o desatendidos del fomento a la lectura, para el universo intelectual nacional e internacional, para todo aquel que se sienta agraviado porque estos dizque representantes del libro y la lectura, anden tocando puertas para organizar actos contrarios a la Cuarta Transformación.

Plan de la obra
De manera semejante a la pandemia del COVID19, no es posible en este momento especificar el alcance y el tamaño de este trabajo. Espero que sea un pie para que otros más caminen y ensayen ideas, prueben escribir, compartan experiencias y sumen a favor o en contra pero siempre dentro de un clima de concordia y amistad.

Podría comenzar con mi perfil pero me remito mejor a los tres ensayos presentados por la Librería Librarte, para llevarnos con nosotros los Concursos como Emprendedores estado de México: que gane una Librería en el estado de México de Peña Nieto, es como un milagro. El Premio Nacional de Librería: primera vez que obtiene este importante reconocimiento una librería localizada en un municipio alejado de las ciudades capitales. El Premio Nacional al Fomento a la Lectura y Escritura: primera vez que se hace entrega de este premio a una librería.

Cuentan que Bobby Fischer, la leyenda del ajedrez que se rehusó a poner en juego su título de Campeón Mundial, nunca dejó de jugar y que, para quienes lo conocieron realmente, él jugaba de manera anónima en chats de ajedrez virtuales. Que su estilo de juego inmediatamente era evidente para los verdaderos ajedrecistas y que nunca perdía.
Hagamos de cuenta que algo así pasará con los trabajos que desarrollo desde mi rancho en lo alto de una montaña. Los textos que ganaron el reconocimiento para esta librería son trabajos valiosos, sistematizados con base en una metodología simple, que me comprometo a compartir con todas las empresas culturales que la quieran usar. Es una forma de analizar un evento económico y presentarlo de tal manera que concite claridad para tomar decisiones útiles.

Anticipadamente advierto que nada de lo que suene a digital me interesa, sino como un referente para mantener vigilancia en relación al mercado de la lectura. Para todos los enamorados de los libros electrónicos les invito a contestar una pregunta esencial ¿Por qué nuestro sistema numérico se basa en el número 10? Y si consiguen resolver este enigma de la Esfinge virtual, entonces y solo entonces me sentaré a hablar sobre sistemas digitales. Antes no.

Una vez que se discuta con amplitud el método propuesto para que cualquier librería pueda existir, modesta pero satisfactoriamente, empezaremos a tratar (quizás antes si es necesario o al alimón) temas que resulta indispensable abordar: por ejemplo la eventual quiebra o venta  de la librería Porrúa; Formas de Gobierno y Teoría Política en relación a las Librerías; las verdaderas barreras a la Lectura; ¿Qué es la Lectura?; La presencia de Voldemort o el innombrable Amazon ¿perjudica o auxilia a las librerías?; y por supuesto, la propuesta central de LibrArte: Hacer de la Lectura una Política de Salud Pública.




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