viernes, 26 de junio de 2020

III: EL LECTOR. Reflexiones del Mercado de la Lectura


REFLEXIONES EN TORNO A LA LECTURA, LOS LECTORES, EL LIBRO, LAS EDITORIALES, LAS LIBRERÍAS, LA ECONOMÍA, EL MERCADO Y LA POLÍTICA  PÚBLICA EN LA MATERIA III

EL LECTOR
“La palabra es el hombre mismo. 
 Sin ellas, es inasible.
El hombre es un ser de palabras.”
Octavio Paz
1. Antecedentes
2015: En realidad, nuestro concurso atiende a razones de mayor significado, en virtud de la naturaleza y papel que desempeña el objeto de nuestra empresa: el Libro y el uso que se deriva del comercio de libros: La Lectura. (Cristina A- García P., Librería La Web o N@D@, Premio Emprendedores estado de México 2015)

2016: Estamos presentes en el Concurso Nacional de Librería, por una razón Política, por encima de cualquier otra razón. Es la que atañe a la naturaleza y papel que desempeña el objeto de nuestra empresa: el Libro y el uso que se deriva del comercio de libros: La Lectura. (Cristina A- García P., Librería LibrArte Premio Nacional Librería 2016 Indeli-FIL Guadalajara)

2017: Si hace un año reconocieron en nuestra entidad un modelo emprendedor enfocado en la consolidación hacia dentro de la librería, hoy nos proponemos ¡Salir Afuera! y llevar hasta los rincones apartados de nuestra región, el hábito y el placer de la lectura y la importancia del libro…
La razón económica en que se basa nuestro Proyecto, reside en la gran cantidad de pueblos y comunidades aisladas y con problemas de comunicación, muy difíciles de salvar. La dispersión demográfica y el gran número de escuelas de todos los niveles educativos, es la causa formal de lo mismo.
Construir lectores es la razón que justifica y explica esta estrategia de mercadotecnia. El mercado ya existe en términos demográficos, hay que desarrollarlo y nutrirlo. Porque la causa final radica –ya lo señalamos- en la naturaleza y papel que desempeña el objeto de nuestra empresa: el Libro y el uso que se deriva del comercio de libros: La Lectura y la Escritura.
Una razón mayor, eminentemente política: Fomentar la lectura para formar ciudadanos, que accedan a la palabra y a la civilización. Saber Leer y Escribir es Saber Pensar. (Cristina A. García P., Premio Nacional al Fomento a la Lectura y Escritura 2017 SC – SEP- CANIEM)



2. El Lector
La Economía de México esta sujeta a un patrón moneda internacional que determina el sistema nacional de precios. Un sistema monetario nacional que adopta al dólar, a la divisa norteamericana como medida para determinar los términos de intercambio de todos las mercancías que se compran y venden, siempre y cuando sean parte de los sistemas de cuentas nacionales, anuales, legales. Pero existen otros sistemas de precios, de intercambios, de visiones y previsiones:

“En México, lo tradicional fue vivir sin jefe. Buscar empleo fue tan mal visto que José María Luis Mora escribió un famoso "Discurso sobre los perniciosos efectos de la empleomanía" (1827). Todavía en 1950, el censo de población registró 3.5 millones de empresarios contra 3.8 millones de asalariados (Ifigenia Martínez de Navarrete, La distribución del ingreso y el desarrollo económico de México, Cuadro 5). Es de suponerse que los empresarios incluían, no sólo patrones, sino profesionistas, artesanos, ejidatarios y cooperativistas. Pero lo importante es que la mitad de la población ocupada (el 48%) no estaba asalariada.
La disciplina de ir a un lugar de trabajo, marcar tarjeta y recibir órdenes no formaba parte de la cultura mexicana; y no fue fácil de aceptar, cuando el país empezó a piramidarse. A muchos les parecía humillante. Para vencer esa resistencia, las grandes empresas y el gobierno tuvieron que ofrecer sueldos y prestaciones superiores a los ingresos obtenidos de manera independiente. Por eso, aunque se supone que trabajar por cuenta propia deja más que ser empleado, no es así. Si lo fuera, nadie aceptaría obedecer.” (Gabriel Zaid, Vivir Sin Jefe, Letras Libres, septiembre 30, 2013)

Sucede lo mismo con los libros y la naturaleza de la Lectura, que será necesario revisar. De la Historia de la Filosofía, de Jesús Mosterín (Alianza Editorial) transcribo a continuación algunas ideas y conceptos principales: Usaré la palabra “literatura” como “el conjunto de aquellos escritos con pretensiones artísticas destinados, no a informar al lector, sino a producirle un cierto tipo de placer.”… porque estamos acostumbrados a identificar el placer de la literatura con el placer de la lectura... Los destinatarios de la poesía no eran lectores, sino oyentes, no la “consumían” a través del sentido de la vista, con los ojos, sino con los oídos.

Littera es la voz latina más remota para designar el vocablo letra… su colectivo litterae (del griego gramatta) es el nombre de la carta (del griego epístola)… Litteratura el saber que atañe a las letras, del que forma  su pieza clave el arte de escribir y leer… razón por la cual el letterator es quien enseña las letras o el alfabeto, el maestro de gramática… entonces la voz Literatura nombra toda clase de obra escrita… que mete en un solo costal lo mismo ensayos y textos magistrales, poesía, letras clásicas, que drama, ficción e incluso lo que el comercio voraz global y plutocrático denomina best sellers, en vez de las belles letteres. (Diccionario de la Democracia, Patricio Marcos, Introducción, Edit. Ángel Porrúa)

Se sabe que en la Grecia Clásica (del 499 al 323 a.n.e.), incluso los textos informativos, no literarios, se oían más que se leían y en clase, el maestro se valía de un esclavo especializado, el anagnóstes, o lector y, que la publicación de un libro consistía en la lectura pública por los esclavos lectores. Lo mismo sucedía en la Academia de Platón (387 a.n.e.), donde los alumnos se enteraban de los libros cuando el lector, el  anagnóstes lo leía en voz alta.

Diógenes Laercio -o quizás Plutarco- cuenta… que la lectura era considerada una tarea servil en la Academia de Platón. Como se dieran cuenta que Aristóteles no empleaba sirviente para que le leyera, sino que él mismo leía los textos, se ganó el apodo de “El Lector” en son de burla. (Vidas Paralelas VI, Plutarco, Biblioteca Clásica Gredos 363, 2007)

Pero la curiosidad de los textos del joven Aristóteles le llevó a conocer muchos más libros que los que el esclavo podía leer en voz alta. Por eso se puso a leer él mismo directamente de los libros con inmensa voracidad intelectual, a tal grado que entre los demás integrantes de la Academia le comenzaron a llamar, como apodo, mote, el anagnóstes: el lector. Aristóteles fue uno de los precursores de la costumbre de la lectura personal,

Hay que recordar que los “libros” de esa época eran unos rollos fabricados con la corteza dulce y suave del papiro, un arbusto lacustre, cuya savia permitía pegar entre si unas tiras largas que contenían los textos escritos y que ya secos se enrollaban, como si fuera un rollo de papel higiénico. El libro (biblia) era ese rollo que se iba leyendo conforme se iba desenrollando. Leer entonces era mucho más difícil de lo que es ahora, pero la lectura en voz alta también representaba varios problemas.

Aristóteles El Lector, recomienda no solo la lectura de muchos libros, sino la elaboración de fichas y el ordenamiento de las mismas por temas, ideas, objetos… “es útil… recopilar proposiciones de entre las expuestas en los libros y confeccionar listas de cada tema, agrupándolas bajo epígrafes adecuados” (Tópicos Libro I). El de Estagira predicaba con el ejemplo y por ello se sabe que en el Liceo llegaron a tener en existencia  más de 158 constituciones (hablamos de 158 mil años de vida política, si se atiende a que cada uno de los Estados analizados, tiene una duración promedio de mil años, entre su ascenso y caída…), de las cuáles únicamente ha llegado a nuestras manos la Constitución de Atenas, escrita por el mismo Aristóteles.

3. Platón y Aristóteles frente a la literatura
Aristóteles pasó 20 años en la Academia de Platón, donde reinaba una gran libertad intelectual, incluso la discusión de posiciones opuestas en temas que como la literatura enfrentaba al maestro con el alumno. “Platón era mejor artista de la palabra que Aristóteles. Ha sido uno de los más grandes escritores que ha tenido la lengua griega. A pesar de lo bien que escribía, Platón desconfiaba profundamente de la escritura y de los libros. Su venerado maestro, Sócrates, no había escrito nunca nada. Y él mismo había manifestado la inferioridad de la palabra escrita respecto de la hablada: el libro no sabe responder a las objeciones y preguntas y es incapaz de transmitir un saber vivo y eficaz, limitándose a un simulacro de saber.” Aristóteles, inventor de la prosa científica, analítica, concisa, seca y ayuna de florituras y preocupaciones estéticas, apreciaba enormemente los libros, que coleccionaba, leía y anotaba incansablemente.

Platón manifestó una actitud completamente hostil al arte y a la literatura en particular… los artistas serían expulsados de su Ciudad ideal, pues sus obras excitaban las bajas pasiones, propagan falsedades y perjudican a la ciudadanía en general y a los niños en particular. Para Platón ya la presunta realidad sensible es una imitación y la literatura, es una imitación de la imitación… solo lo vil es engendrado por el arte… “los poetas implantan una actitud política perversa en el alma de los individuos…” (La República,  Platón)

Aristóteles defendió siempre a los artistas y poetas frente a las acusaciones de Platón… argumentaba que la verdad es el objetivo de la ciencia pero no de la literatura. Aristóteles se adelanta y sienta las bases del Psicoanálisis (La Ética) y concluye que la principal forma literaria, la tragedia incluso es benéfica porque produce un impacto emocional en el espectador o lector, que le permite alcanzar un equilibrio psíquico, gracias a la purgación (Catarsis) y superación de sus emociones de terror y aflicción…

Platón hizo suya esta concepción romántica del poeta y en el Diálogo Ion o sobre La Ilíada (conocido también como De la Poesía) dice, que no es en virtud de una técnica como se hacen todas estas cosas y hablan tanto y tan bellamente… sino por una predisposición divina… hacia lo que la musa dirige…afirma que todos estos hermosos poemas no son de factura humana ni hechos por los hombres, sino divinos y creados por los dioses… los poetas no son otra cosa sino intérpretes de los dioses, poseídos cada uno por aquel que lo domine.

Los griegos carecían  de una palabra específica para referirse a la literatura. Solían usar la palabra “poesía” para referirse a la obra literaria y “poeta” para el autor. Pero esas palabras eran muy genéricas. En realidad poesía significaba producción o construcción o fabricación, y poeta significaba constructor… el que hace cosas… cada quien era un poeta (de allí la pregunta coloquial ¿cuál es tu arte?, con el que frecuentemente se interroga a la gente para saber qué es lo que sabe hacer…) Cada productor tenía su técnica particular y sus reglas para hacer sus productos. El poeta, en sentido actual, el literato también era un productor que trabajaba con palabras (otros con cuero, con piedras, con vidrio…) Por lo tanto, era un productor técnico,  disponía de una técnica…

Los griegos tenían conciencia de ambos momentos o componentes: inspiración y técnica en el proceso de creación literaria… Platón, al conferir un dios o una musa la creación literaria, minusvaloraba el papel de la técnica (el trabajo del poeta)… de ahí que los buenos poetas no era en razón de su técnica superior, sino porque estaban poseídos y endiosados… posesos de las musas…
La posición de Aristóteles era diametralmente opuesta. Enfatizaba el papel de la técnica en la creación literaria,  y si bien reconocía a individuos que podían abandonarse a sus delirios, tenían más posibilidades de triunfar aquellos hombres de talento que se basaban en el dominio de la técnica: un saber hacer (know how) sometido a reglas… Y nadie como Aristóteles había estudiado las obras literarias que existían entonces, con tanto detenimiento… Estando en la Academia, Aristóteles daba clases o conferencias y los apuntes que él usaba para esas clases se han conservado y constituyen el libro de La Poética…

  






sábado, 13 de junio de 2020

II: LA LECTURA COMO POLÍTICA DE SALUD PÚBLICA. Reflexiones del Mercado de la Lectura


Carlos López Moctezuma (CANIEM-ALMAC), Pedro Armendáríz (México), Arturo de Cordova (las Librerías)

REFLEXIONES EN TORNO A LA LECTURA, LOS LECTORES, EL LIBRO, LAS EDITORIALES, LAS LIBRERÍAS, LA ECONOMÍA, EL MERCADO Y LA POLÍTICA  PÚBLICA EN LA MATERIA II


La Lectura como Política de Salud Pública

Introducción
Estas reflexiones se originan en la necesidad de continuar un diálogo suspendido desde hace un año, cuando el mercado de la lectura en México sufrió cambios institucionales en los organismos cupulares. Mientras el Fondo de Cultura Económica ha hecho lo posible para subsanar un añejo problema estructural con sus proveedores y empezar con el Fomento a la Lectura, la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, por el contrario se ha organizado para cooptar, conspirar y vetar a todo aquel que no repita el relato que le interesa.

Hay que retomar la palabra para exponer otro punto de vista totalmente diferente al que se propala en estos días en los medios de comunicación en México, sobre la “gran crisis” por las que atraviesan las librerías: lo cual es totalmente falso y en cambio, es el argumento usado por el sector más conservador y reaccionario del “ecosistema” de “la cadena” del libro y la lectura: es decir aquellos agentes que no quieren cambios en un mercado cultural, de importancia capital para la verdadera transformación de México.


Es, como veremos, una minoría que reacciona en contra de los cambios indispensables para que el libro llegue a toda la población, Para que la gente pueda leer las lecturas indispensables para convertirse en buenos lectores. Para que el mercado de la lectura se expanda y se cubra con nuevas librerías -por lo menos una en cada municipio nacional-; para que se editen obras literarias a bajo costo: parafraseando a Gabriel Zaid, libros muy baratos y muy productivos y no como ahora que se cuenta con una oferta de libros que pueden ser muy productivos pero muy caros o peor aún muy caros y nada productivos.

Me encontré en las redes sociales una opinión de Miguel Barquiarena, quien de buen gustó aceptó que lo citara textualmente: “Entré a la Red de librerías Independientes. Lo primero que me aparece son los cuentos de Washington Irving, esos ni pagan derechos, pero el libro cuesta 600 pesos, más envío, es una locura, yo consigo sus cuentos por menos de un dólar en Amazon, en ediciones de medio uso. Otros libros andan entre 350 y 450 pesos. No sería tan malo que algunas editoriales y librerías desaparezcan, si se pierden unas, otras van a surgir con mejores precios y autores. En lugar de campañas de rescate, deberían ser autocríticos y cuestionarse ¿por qué no aumentaron sus ventas con la gente en cuarentena? Es como la evolución darwiniana, ni los más grandes ni los más fuertes, sobrevivirán los que se adapten mejor al cambio.”

Ese es exactamente el punto central que anima estas reflexiones, que espero se generalicen y se discutan la naturaleza y papel de las librerías en México, que parece que no le interesan a nadie o al menos muy poco. Sujetas a la presión de la modernidad, a la inmediatez de lo efímero, al avasallamiento comercial de la tecnología digital, a la mala educación escolar, el problema capital de las librerías. La tesis por desarrollar y demostrar en este ensayo es que las Librerías son la puerta principal para fomentar un cambio social, político y económico en México, en la medida en que atiendan al papel central del objeto de su comercio: el Libro; y en seguida a la causa final para el cual se editan libros: la Lectura


Porque tras cinco años de ser parte, de investigar, observar, platicar y establecer vínculos personales y comerciales con las personas más conocidas y de mayor reputación en el mercado de la lectura, he llegado a la conclusión de que esta gente no sabe lo que hacen (por supuesto que hay sabios libreros que merecen todo nuestro cariño y respeto, pero son muy pocos). Peor aún, no entienden a lo que se dedican, pero como son “gente de letras”, con múltiples estudios especializados y sobre todo, personas que llevan años de conocerse, padecen de ese enorme complejo muy mexicano de sentirse que solo ellos saben y entre ellos se reparten los honores. Hace algunos años escuchaba un símil con el COLMEX, porque entre aquellos se distinguían como el mero mero en historia y tú, el súper chiras en economía y otro era en sociología y así, solo ellos, sin que nadie más pudiera cuestionar sus extravagancias en el bunker de Picacho. Es lo que pasa con todos los “conservas” que “lloran y que del cielo imploran” que regresen sus becas, sus conacytes, sus lujos y el chayote.

En el caso del Mercado de la Lectura habría que comenzar por precisar hasta el lenguaje correcto porque allí se origina el problema estructural: Hay que hablar de MERCADO DE LA LECTURA para que se puedan entender las relaciones entre las empresas editoriales, los  libros, las librerías, los lectores; asimismo, dejar de usar la atildada pero incorrecta palabra de “librero” al referirse a las personas que hacemos del comercio de libros en las librerías, la puerta de entrada a un mundo fascinante, realmente al alcance de todos. Nosotros somos PROFESIONALES DE LA LIBRERÍA, los libreros son los muebles donde se acomodan los libros.

Cabe señalar en este punto una distinción olvidada pero indispensable para abordar un problema tan complejo como el de la Lectura y la vida política bella: existen médicos físicos, dialécticos y sabios. Los médicos físicos son los que buscan la curación de las enfermedades, solo en función de los síntomas que presenta el cuerpo de los pacientes; Los médicos dialécticos son los que se atreven a combinar los diagnósticos de los malestares en tópicos bacterianos, virulentos o de esa especie, con medicinas alternativas y estados emocionales. Finalmente los médicos Sabios son aquellos que localizan la razón de la enfermedad en los desequilibrios en la palabra, en la puntuación del inconsciente profundo.



Luego entonces, el primer diagnóstico de nuestro paciente, es que el campo de la lectura se encuentra enfermo, mal comido, mal atendido por médicos convenencieramente ladrones o por brujos y hechiceros, que no saben lo que hacen o hacen lo que saben que les dejará más ganancias monetarias (recomendamos ampliamente buscar y ver El Rebozo de Soledad película mexicana de la época de oro del cine nacional, que se desarrolla en nuestra “tierra caliente”… disponible en YouTube)

No es cosa menor, porque entonces se puede entender la desfachatez y el ridículo que representan una triada organizada (según yo de manera deliberada y fríamente calculada), según otros, producto de la vanidad y “para saciar egos”, por el “arribismo” de los actores de esta comedia: me refiero en primer lugar a la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM), en la persona de su actual Presidente, Juan Luis Arzoz Arbide. Por la Asociación de Librerías de México (ALMAC), en manos de Rodrigo Pérez Porrúa, como cabeza visible, pero que obedece en realidad a los intereses de dos jugadores, un claro oligopsonio consumidor, las cadenas libreras Porrúa y Gandhi; y,  por un membrete al que fuimos invitados en noviembre de 2018, por  Claudia Bautista una arribista y usurpadora que se planta como Presidente de un  producto desechable, porque no existe en la ley escrita ni en la práctica consuetudinaria el término Independientes, como Librería, o sinónimo, ya sea por tamaño, origen del capital, ubicación geográfica, nada. En realidad la Red de Librerías en vez de Independientes deben ser llamadas DEPENDIENTES (ReliD) porque su origen y aparición pública fue para acompañar a los otros dos agentes mencionados,  para ir en contra de la Cuarta Transformación y particularmente contra la persona designada por el Presidente de la República para organizar y dirigir el mercado de la lectura, que a mí no me cabe duda que lo entiende muy bien: Paco Ignacio Taibo Mahojo (PITII)

Antecedentes
Nuestra relación con la ReliD, ha sido efímera porque desde un principio, la “Presidenta” protestó (me cuestionó personalmente) que yo participara con un texto en un ciclo de mesas sobre Cultura al que convocó la 4T –Precisamente PIT II-  semanas previas al cambio de gobierno federal. No me di cuenta en esos momentos de gran alegría por el triunfo de AMLO, que el ReliD tenía una intención política, arribista y de protagonismo. Y no obstante que nosotros escribimos el texto que Claudia Bautista leyó en la misma reunión a que hago referencia, ni nos citó y en seguida suspendió toda comunicación.
Un par de meses después, fuimos invitados por la CANIEM, a la última reunión organizada aún por la administración encabezada por Carlos Anaya Rosique, que trató sobre las librerías y las editoriales, con la presencia del Diputado Sergio Mayer, a donde llevamos como Librería y todavía como integrantes de una Red de Librerías Independientes, la propuesta de hacer de la Lectura una Política de Salud Pública  (por supuesto que el diputado de la “bolita que sube y que baja” no entendió ni madres). Resulta que las librerías Dependientes  y especialmente la “Presidenta Bau”, no obstante haber sido invitadas por Cristina García, Directora General de Librería LibrArte, no se dieron por enteradas (tampoco las otras 18 librerías Fifís), y mejor ese día se transmitió en sus redes, a la  misma hora, una conferencia de Rodrigo Pérez Porrúa, en el Centro Cultural de España, respondiendo claramente al espíritu traicionero, egotismo y a la vena dependiente de la ReliD

Con ALMAC tampoco hay buenas relaciones. Supimos de esta sociedad hace unos cinco años cuando invitaron a LibrArte a la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ) y ellos cubrieron los gastos de transportación y alimentos (unos $500). Luego, tras haber recibido el Premio como Librería Nacional 2016, intentamos participar en un congreso que se llevó a cabo en la ciudad de Puebla, pero ALMAC no aceptó dar un espacio para que pudiéramos hablar de nuestro caso, como Librería municipal, localizada en una región conocida por su alta peligrosidad criminal. El tercer encuentro con ALMAC fue cuando ellos nos hicieron entrega de una suma de dinero en efectivo, por haber obtenido el Premio Nacional al Fomento a la Lectura y Escritura, convocado por las secretarias de Cultura y de Educación Pública, así como la CANIEM. Después de eso hemos intentado dos veces contar con asesoría o apoyo para resolver dos problemas específicos (libro “pirata” o plagiado, y un asunto de contrato de arrendamiento), pero en ambos casos se deslindaron totalmente y nos remitieron a la Cámara Nacional de Comercio. Hay que consignar que ALMAC es un berenjenal por lo enredado de la situación en que se encuentra: origen, razón social, propósito, y el reducido número de socios que la integran: 32 librerías

No ha sucedido lo mismo con la CANIEM, quien hasta marzo del año pasado 2019 se convirtió en una gran aliada de todas las librerías de México y amiga de LibrArte, a tal grado que aceptaron una invitación para viajar hasta la “tierra caliente” de Tejupilco y acompañarnos tanto el Presidente de la Cámara, Carlos Anaya Rosique, como el Director de Editamos Arturo Ahmed, a un pequeño brindis, con motivo de un aniversario de los tres Premios que hemos recibido como librería.
Sin embargo esta relación se ha distanciado a partir del cambio de mesa directiva. Porque el nuevo presidente es un conservador pendiente de servir con preferencia total a la casa que lo patrocina: Editorial Santillana (Grupo PRISA, Televisa, Radiópolis, El País). Porque la CANIEM se encuentra en un momento crítico como asociación, sin representados. De un conjunto de entre 200 y 215 editoriales que normalmente están afiliadas a la Cámara patronal, se prevé que el número de editoriales que permanecerán al finalizar este año 2020, no serán más de 70, por tres causas probables: por la forma en que se apoderó el Grupo Santillana de la CANIEM; por la crisis de salud por la que transitamos todavía en México;  pero sobre todo por el ridículo de Arzoz Arbide, al repudiar un acuerdo propuesto por PIT II, para saldar la deuda acumulada de sexenios y sexenios sin pagar, por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA). 
Y es que la quita del 20% sobre el total acumulado no solo resarcía de capital a las empresas editoriales en espera de pago, sino que procedía con elemental justicia con una adeudo que como todas las deudas que se contratan con el Gobierno en cualquiera de sus tres niveles de administración, siempre conllevan un agregado por el consabido tiempo de espera para el pago; los “moches” y los sobreprecios: eso lo sabemos todos, menos Juan Luis Arzoz, que por eso se quedó solo, “chiflando en la loma”, porque se estima que a la fecha, se han cancelado ya el 95% de los pagarés pendientes, es decir que más de 9 de cada 10 editoriales,  ya han aceptado el pago pendiente, menos el descuento ofrecido.

Nosotros no tenemos dudas de que el peregrinar de esta gente, los dos membretes,  la ALMAC y ReliD, que no representan ni el 5% de las librerías (son 50 negocios de un universo nada confiable de entre 600 y 1,500 establecimientos); tomadas de la mano de la CANIEM que a lo sumo reúne al  7% de las editoriales (70 afiliados de un total cercano a las mil editoriales –un dato también sujeto a controversia, porque puede incluir editoriales y sellos editoriales, que no son lo mismo, pero sí-)  el pasillo que se les ha abierto en los medios de comunicación más “chayoteros” tiene como origen un PROPÓSITO PÓLITICO: reaccionar en contra de la 4T... bloquear al Programa Nacional de Lectura y en general reaccionar contra todo lo que signifique fomento a la lectura, que es una de las cosas que mejor sabe hacer y donde acumula años de experiencia el querido PIT II, a través de su Brigada para leer en libertad A.C.

La mejor prueba del espíritu “arribista”, conspirador y belicoso de la triple entente (¿enclenque?) son sus dichos, la repetición de sus demandas, pero principalmente las alianzas que intentan forjar al interior del sistema político mexicano: Hace tres años ALMAC anduvo pergeñando por todos lados hasta que los recibieron el matrimonio (por fortuna siniestrado) Moreno Valle, es decir el Partido Acción Nacional. Hoy es peor, porque sin personeros que atiendan sus plañideras, la CANIEM-ALMAC-ReliD, se han acercado a uno de los “cartuchos” más quemados de la historia nacional contemporánea: Miguel Ángel Mancera, un traidor desolado –con cuentas pendientes con la justicia- en una mini representación de lo que queda, de lo que fue el Partido de la Revolución Democrática.

El papelón de esta falsa representación social que insiste en sus privilegios (CANIEM) y los anagnóstes –léase esclavos- (ALMAC-ReliD), constituye una auténtica vergüenza para los Profesionales de las Librerías, para todo lector que se precie de serlo, para todos los lectores nacionales, potenciales o desatendidos del fomento a la lectura, para el universo intelectual nacional e internacional, para todo aquel que se sienta agraviado porque estos dizque representantes del libro y la lectura, anden tocando puertas para organizar actos contrarios a la Cuarta Transformación.

Plan de la obra
De manera semejante a la pandemia del COVID19, no es posible en este momento especificar el alcance y el tamaño de este trabajo. Espero que sea un pie para que otros más caminen y ensayen ideas, prueben escribir, compartan experiencias y sumen a favor o en contra pero siempre dentro de un clima de concordia y amistad.

Podría comenzar con mi perfil pero me remito mejor a los tres ensayos presentados por la Librería Librarte, para llevarnos con nosotros los Concursos como Emprendedores estado de México: que gane una Librería en el estado de México de Peña Nieto, es como un milagro. El Premio Nacional de Librería: primera vez que obtiene este importante reconocimiento una librería localizada en un municipio alejado de las ciudades capitales. El Premio Nacional al Fomento a la Lectura y Escritura: primera vez que se hace entrega de este premio a una librería.

Cuentan que Bobby Fischer, la leyenda del ajedrez que se rehusó a poner en juego su título de Campeón Mundial, nunca dejó de jugar y que, para quienes lo conocieron realmente, él jugaba de manera anónima en chats de ajedrez virtuales. Que su estilo de juego inmediatamente era evidente para los verdaderos ajedrecistas y que nunca perdía.
Hagamos de cuenta que algo así pasará con los trabajos que desarrollo desde mi rancho en lo alto de una montaña. Los textos que ganaron el reconocimiento para esta librería son trabajos valiosos, sistematizados con base en una metodología simple, que me comprometo a compartir con todas las empresas culturales que la quieran usar. Es una forma de analizar un evento económico y presentarlo de tal manera que concite claridad para tomar decisiones útiles.

Anticipadamente advierto que nada de lo que suene a digital me interesa, sino como un referente para mantener vigilancia en relación al mercado de la lectura. Para todos los enamorados de los libros electrónicos les invito a contestar una pregunta esencial ¿Por qué nuestro sistema numérico se basa en el número 10? Y si consiguen resolver este enigma de la Esfinge virtual, entonces y solo entonces me sentaré a hablar sobre sistemas digitales. Antes no.

Una vez que se discuta con amplitud el método propuesto para que cualquier librería pueda existir, modesta pero satisfactoriamente, empezaremos a tratar (quizás antes si es necesario o al alimón) temas que resulta indispensable abordar: por ejemplo la eventual quiebra o venta  de la librería Porrúa; Formas de Gobierno y Teoría Política en relación a las Librerías; las verdaderas barreras a la Lectura; ¿Qué es la Lectura?; La presencia de Voldemort o el innombrable Amazon ¿perjudica o auxilia a las librerías?; y por supuesto, la propuesta central de LibrArte: Hacer de la Lectura una Política de Salud Pública.




lunes, 1 de junio de 2020

I: ¡NO ME AYUDEN COMPADRES! Reflexiones del Mercado de la Lectura



REFLEXIONES EN TORNO A LA LECTURA, LOS LECTORES, EL LIBRO, LAS EDITORIALES, LAS LIBRERÍAS, LA ECONOMÍA, EL MERCADO Y LA POLÍTICA  PÚBLICA EN LA MATERIA I

¡NO ME AYUDEN COMPADRES!


Apuntes sobre la “cadena del libro y la lectura” moralmente derrotados

En el otoño de 2017 la Librería LibrArte obtuvo por primera vez en la historia de México, el Premio al Fomento a la Lectura y la Escritura desde la Librería, al que convocaron la Secretaría de Cultura (SC), La Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM). En este evento participaron también la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), el Instituto Nacional de lenguas Indígenas (INALI) y la Asociación de Librerías de México A.C. (ALMAC)

Además del honor que significó el reconocimiento al Programa de Fomento a la Lectura y Escritura ¡Salir Afuera!, presentado por la Librería LibrArte, obtuvimos un beneficio en efectivo de cincuenta mil pesos, que nos fueron entregados por la Sra. Georgina Abud, como representante de ALMAC.

Este reconocimiento vino a coronar la irrupción de una pequeña librería familiar, pero con una larga historia nacional de buena educación, librerías, lectura y actividad política republicana, que han sido las bases para obtener consecutivamente los Premios como Emprendedores estado de México 2015, el Nacional de Librería Indeli-FIL Guadalajara 2016; y el del Gobierno Federal a nuestro trabajo.

Hasta ese día, solo teníamos dos antecedentes de ALMAC: una invitación a la Feria del Libro Infantil 2016 con gastos pagados (transporte y alimentos); y una solicitud que presenté a nombre de LibrArte, para participar en un Encuentro de Libreros en Puebla, al que invitaba ALMAC en el verano de 2017, presidida por la Secretaria de Cultura –homónima de mi hija Cristina García- un par de diputados y senadores de la República y  por el “comodín” Antonio Gali Fayad, quien había aceptado un interinato de gobierno en la Puebla de los siniestrados –por fortuna- Moreno Valle.

Nosotros buscamos una invitación por un solo día –el programa comprendía tres días- porque no estábamos en condiciones de cubrir la “cuota de recuperación, ¡para fortalecer a las librerías!” de $2,900 –no contábamos con presupuesto para estos eventos, lo explicamos textualmente a ALMAC- que costaba la asistencia a ese encuentro de señoritos (los hoy tan afamados Fifís que no invitaban a nadie… ni al Presidente de la CANIEM en esa fecha, Carlos Anaya Rosique: “un garbanzo de a libra”,  y por eso…), regodeándose con los sectores más ultra conservadores de México, en la capital nacional del “huachicol”.

Como ha sucedido desde entonces, nuestra solicitud para participar en dicho evento fue rechazada, a pesar de tener como propósito –trasparente, didáctico, ejemplar-  exponer nuestro caso como Librería: independiente, alejada de la modernidad y la civilización, en resistencia contra el despotismo que aún prevalece a la fecha con toda su fuerza en el estado de México (1), y por desgracia, confrontado actualmente,  con esa pandemia calamitosa que corroe la historia patria, la muy tradicional  y mexicana, envidia nacional.

A partir de esa fecha, prácticamente no ha habido mayor relación entre la Librería LibrArte y ALMAC. Y es que somos una librería no solamente nueva, con apenas poco más de cinco años de transformación, sino que somos una librería sin relaciones personales y de tiempo con un gremio entreverado entre ellos mismos durante décadas: son dinastías, linajes venidos a menos, mayorazgos de rodillas al mejor postor peninsular y caporales traidores. 

Un sindicato librero-editorial afectado por una enorme vanidad (2), mal educado en las artimañas del comercio depredador, sin ningún interés en el mercado de la lectura, que no sea vender poco y ganar mucho, imponiendo alcabalas, levantando barreras a la entrada de nuevos competidores, centralizado en tres o cuatro capitales de la República, petulante, desdeñoso y discriminante.

Pero que hoy en día constituyen la respuesta vergonzosa al tiempo actual de México. Es la reacción en contra, por un cantón acostumbrado a las prebendas y canonjías, que en una alianza in témpore no in jure entre la CANIEM (280 afiliadas, de más de mil editoriales), es la ALMAC (30 librerías de 600) y una gama amplia de dependencias “independientes” (Librerías -19-, Editoriales y hasta Escritores) recorren los medios chayoteros para intentar frenar “el fantasma del comunismo” del Manifiesto de Carlos Marx y Federico Engels, al que ellos identifican con la 4T y el Princeps que la encabeza: Paco Ignacio Taibo Mahojo, mejor conocido por PIT II.

Es una estampa tan repetida como deleznable a lo largo de la historia de México. Es el conservadurismo exacerbado (que no acepta ni el 20% de quita, para saldar empréstitos tan añejos como corruptos), moralmente derrotados, buscando reaccionar con desesperación, en contra de lo que parece inevitable en el México de las mayorías mayores. 

No son Guizot ni es el Papa, Metternich o el Zar de todas las Rusias, los que buscan asumir la interlocución con el Gobierno de la 4T, son una suerte de niñas bien, juniors, mentalistas, magos y trapecistas, que con un lenguaje que parece escrito por los famosos de la televisión –tipo Adal Ramones, Yordi Rosado o la Legarreta- se atreven con descaro a representar a los auténticos y verdaderos profesionales de la librería, a los editores, a la lectura y a los millones de lectores, con campañas  “proactiva… de influencers… de Big Ideas… streamings y partner ships” campañas de prensa adjudicadas a despachos de “filósofos argentinos” que proponen snacks informativos…targets y social listening” como solución a su incompetencia y lejanía de los mercados de la lectura y la escritura.

Es el oligopsonio Librero –unos cuantos jugadores- que patalea ante la realidad real: “En la realeza florecerían librerías regias, en el Estado aristocrático, nobles. Así sucede respectivamente para las librerías en las comunidades donde ordenan los principios de la plutocracia (acumulación de riqueza), de la democracia (librerías para las mayorías pobres); y, si es posible hablar de librerías en las tiranías, serán aquellas que privilegien el fanatismo y el temor a la muerte. En la República, en México, la Librería Ideal será republicana. (3)

Son el GaPo (Gandhi-Porrúa) entercado en impedir  que se transforme un mercado que denunciamos (Cristina García P.) al recibir el Premio Nacional de Librería 2016, “Porque somos una especie de Librerías… a contracorriente con la tendencia del mercado librero en México, de oligopolios y oligopsonios, de élites en urbes sobrepobladas, de plagios y estancos en un mercado distorsionado, incapaz de acceder con el libro y la lectura a regiones y municipios alejados de las ciudades y capitales de la república mexicana” (4)

Son la rancia plutocracia librera mexicana, de tufo a naftalina y podrido, que se niega a fomentar la lectura y que en cambio insisten en la simulación y la farsa para acudir con un propio de la Presidencia de la República Mexicana a reclamar que la cancha es de su propiedad, que el balón les pertenece y que las reglas solo ellos las ponen.

Que claman en voz de su oráculo neoliberal –calibre Santiago Pando (el de V. Fox)- pero germánico: por las librerías de “barrio”, la “tierra de las “oportunidades”, por el tiempo futuro y post-futuro, en un lenguaje estéril, pedestre, pedante y tan obvio como dependiente de las tecnologías y alucinaciones comerciales, imposibles de disfrazar, incluso para su inconsciente traidor. Un vendedor de espejitos digitales.

Son charadas sobre la “diversidad”, es el pánico a la Autoridad, asociada inconscientemente, siempre al Gran Amo Feroz –por decir lo menos- a “los totalitarismos que buscaban crear ciudadanos amoldados a las ideologías de los gobernantes”... (Hay que moldearlos para el consumo frenético de las cosas que solo yo vendo… agregado nuestro)…  Es el asalto cómico “Conocemos bien las razones por las que surgió el libro de texto único, gratuito y nacional….Sin embargo, creo que ya superamos en buena medida esa etapa y que el libro de texto único se ha convertido en un obstáculo en muchos sentidos, más que en un acicate para el progre$$$o…” (5): es la consabida jerigonza neoliberal región 4, encuerada, sin pudor ni rubores…

Frente a estos arrebatos, urgen Librerías con vida política: vida activa, despierta, en constante cambio, libre, justa, sensible y prudente, administrada por la inteligencia imaginativa, que haga de la valentía ciudadana, su virtud cardinal. Vida política significa el carácter real, que da el gobierno propio. La autarquía, el poder de ser principio de uno mismo: deliberaciones, decisiones, en general, acciones ante causas externas.

La Librería ideal en la Cuarta Transformación debe ser una empresa en revolución y con responsabilidad social, donde brille el oficio del profesional de la librería. Que anteponga la Autoridad del Fomento a la Lectura, sobre el principio comercial de la máxima ganancia.

Agregaría algo indispensable para que toda librería se constituya en una vida bella: ¡saber hacer cuentas! (6); y aprender de memoria la conseja anecdótica que cita el de Estagira en el libro primero que trata sobre las cosas Políticas: cuando Tales de Mileto decide hacer negocios (7)

(1) “Al momento de escribir este documento, me informa una de mis hijas, que al acudir al municipio de Tejupilco a tramitar un permiso para organizar una Feria de Libros… un tal Rubén, el Regidor de Educación –grosero- espetó “¿para que una Feria de Libros? Si aquí nadie lee” y no aprobó nada; que luego visitó al encargado de la Economía municipal y que el interfecto se mostró entusiasmado, dijo que sí, pero que agregó ¿Dónde está la librería que me dices?”
(2) “Ser editor es acudir al llamado de los dioses, es una vocación, un apostolado, un inmenso privilegio, entrar al Olimpo de las letras. Ser editor es señalar al que tiene talento y lanzarlo… es profetizar:… También es decepcionarse y rechazar.” (Elena Poniatowska, La jornada, 17 mayo 2020 https://www.jornada.com.mx/2020/05/17/cultura/a03a1cul)
(6) Puesta en marcha de una librería. La cuenta de la vieja… en una servilleta
(7) En la Política de Aristóteles puede leerse refiriéndose a Tales de Mileto: “Pues dice que, cuando, por su pobreza, le reprochaban que la filosofía era inútil, tras haber observado por el estudio de los astros que iba a haber una gran producción de olivas, se procuró un pequeño capital, cuando aún era invierno, y que depositó fianzas por todas las presas de aceite de Mileto y Quíos, alquilándolas a bajo precio porque nadie licitó contra él. Cuando llego el momento oportuno, al ser muchos los que a la vez y de repente las pedían, las iba alquilando al precio que quería y reunió mucho dinero, demostrando así que es fácil a los filósofos enriquecerse, si quieren, pero que no son las riquezas lo qu

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