lunes, 1 de junio de 2020

I: ¡NO ME AYUDEN COMPADRES! Reflexiones del Mercado de la Lectura



REFLEXIONES EN TORNO A LA LECTURA, LOS LECTORES, EL LIBRO, LAS EDITORIALES, LAS LIBRERÍAS, LA ECONOMÍA, EL MERCADO Y LA POLÍTICA  PÚBLICA EN LA MATERIA I

¡NO ME AYUDEN COMPADRES!


Apuntes sobre la “cadena del libro y la lectura” moralmente derrotados

En el otoño de 2017 la Librería LibrArte obtuvo por primera vez en la historia de México, el Premio al Fomento a la Lectura y la Escritura desde la Librería, al que convocaron la Secretaría de Cultura (SC), La Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM). En este evento participaron también la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), el Instituto Nacional de lenguas Indígenas (INALI) y la Asociación de Librerías de México A.C. (ALMAC)

Además del honor que significó el reconocimiento al Programa de Fomento a la Lectura y Escritura ¡Salir Afuera!, presentado por la Librería LibrArte, obtuvimos un beneficio en efectivo de cincuenta mil pesos, que nos fueron entregados por la Sra. Georgina Abud, como representante de ALMAC.

Este reconocimiento vino a coronar la irrupción de una pequeña librería familiar, pero con una larga historia nacional de buena educación, librerías, lectura y actividad política republicana, que han sido las bases para obtener consecutivamente los Premios como Emprendedores estado de México 2015, el Nacional de Librería Indeli-FIL Guadalajara 2016; y el del Gobierno Federal a nuestro trabajo.

Hasta ese día, solo teníamos dos antecedentes de ALMAC: una invitación a la Feria del Libro Infantil 2016 con gastos pagados (transporte y alimentos); y una solicitud que presenté a nombre de LibrArte, para participar en un Encuentro de Libreros en Puebla, al que invitaba ALMAC en el verano de 2017, presidida por la Secretaria de Cultura –homónima de mi hija Cristina García- un par de diputados y senadores de la República y  por el “comodín” Antonio Gali Fayad, quien había aceptado un interinato de gobierno en la Puebla de los siniestrados –por fortuna- Moreno Valle.

Nosotros buscamos una invitación por un solo día –el programa comprendía tres días- porque no estábamos en condiciones de cubrir la “cuota de recuperación, ¡para fortalecer a las librerías!” de $2,900 –no contábamos con presupuesto para estos eventos, lo explicamos textualmente a ALMAC- que costaba la asistencia a ese encuentro de señoritos (los hoy tan afamados Fifís que no invitaban a nadie… ni al Presidente de la CANIEM en esa fecha, Carlos Anaya Rosique: “un garbanzo de a libra”,  y por eso…), regodeándose con los sectores más ultra conservadores de México, en la capital nacional del “huachicol”.

Como ha sucedido desde entonces, nuestra solicitud para participar en dicho evento fue rechazada, a pesar de tener como propósito –trasparente, didáctico, ejemplar-  exponer nuestro caso como Librería: independiente, alejada de la modernidad y la civilización, en resistencia contra el despotismo que aún prevalece a la fecha con toda su fuerza en el estado de México (1), y por desgracia, confrontado actualmente,  con esa pandemia calamitosa que corroe la historia patria, la muy tradicional  y mexicana, envidia nacional.

A partir de esa fecha, prácticamente no ha habido mayor relación entre la Librería LibrArte y ALMAC. Y es que somos una librería no solamente nueva, con apenas poco más de cinco años de transformación, sino que somos una librería sin relaciones personales y de tiempo con un gremio entreverado entre ellos mismos durante décadas: son dinastías, linajes venidos a menos, mayorazgos de rodillas al mejor postor peninsular y caporales traidores. 

Un sindicato librero-editorial afectado por una enorme vanidad (2), mal educado en las artimañas del comercio depredador, sin ningún interés en el mercado de la lectura, que no sea vender poco y ganar mucho, imponiendo alcabalas, levantando barreras a la entrada de nuevos competidores, centralizado en tres o cuatro capitales de la República, petulante, desdeñoso y discriminante.

Pero que hoy en día constituyen la respuesta vergonzosa al tiempo actual de México. Es la reacción en contra, por un cantón acostumbrado a las prebendas y canonjías, que en una alianza in témpore no in jure entre la CANIEM (280 afiliadas, de más de mil editoriales), es la ALMAC (30 librerías de 600) y una gama amplia de dependencias “independientes” (Librerías -19-, Editoriales y hasta Escritores) recorren los medios chayoteros para intentar frenar “el fantasma del comunismo” del Manifiesto de Carlos Marx y Federico Engels, al que ellos identifican con la 4T y el Princeps que la encabeza: Paco Ignacio Taibo Mahojo, mejor conocido por PIT II.

Es una estampa tan repetida como deleznable a lo largo de la historia de México. Es el conservadurismo exacerbado (que no acepta ni el 20% de quita, para saldar empréstitos tan añejos como corruptos), moralmente derrotados, buscando reaccionar con desesperación, en contra de lo que parece inevitable en el México de las mayorías mayores. 

No son Guizot ni es el Papa, Metternich o el Zar de todas las Rusias, los que buscan asumir la interlocución con el Gobierno de la 4T, son una suerte de niñas bien, juniors, mentalistas, magos y trapecistas, que con un lenguaje que parece escrito por los famosos de la televisión –tipo Adal Ramones, Yordi Rosado o la Legarreta- se atreven con descaro a representar a los auténticos y verdaderos profesionales de la librería, a los editores, a la lectura y a los millones de lectores, con campañas  “proactiva… de influencers… de Big Ideas… streamings y partner ships” campañas de prensa adjudicadas a despachos de “filósofos argentinos” que proponen snacks informativos…targets y social listening” como solución a su incompetencia y lejanía de los mercados de la lectura y la escritura.

Es el oligopsonio Librero –unos cuantos jugadores- que patalea ante la realidad real: “En la realeza florecerían librerías regias, en el Estado aristocrático, nobles. Así sucede respectivamente para las librerías en las comunidades donde ordenan los principios de la plutocracia (acumulación de riqueza), de la democracia (librerías para las mayorías pobres); y, si es posible hablar de librerías en las tiranías, serán aquellas que privilegien el fanatismo y el temor a la muerte. En la República, en México, la Librería Ideal será republicana. (3)

Son el GaPo (Gandhi-Porrúa) entercado en impedir  que se transforme un mercado que denunciamos (Cristina García P.) al recibir el Premio Nacional de Librería 2016, “Porque somos una especie de Librerías… a contracorriente con la tendencia del mercado librero en México, de oligopolios y oligopsonios, de élites en urbes sobrepobladas, de plagios y estancos en un mercado distorsionado, incapaz de acceder con el libro y la lectura a regiones y municipios alejados de las ciudades y capitales de la república mexicana” (4)

Son la rancia plutocracia librera mexicana, de tufo a naftalina y podrido, que se niega a fomentar la lectura y que en cambio insisten en la simulación y la farsa para acudir con un propio de la Presidencia de la República Mexicana a reclamar que la cancha es de su propiedad, que el balón les pertenece y que las reglas solo ellos las ponen.

Que claman en voz de su oráculo neoliberal –calibre Santiago Pando (el de V. Fox)- pero germánico: por las librerías de “barrio”, la “tierra de las “oportunidades”, por el tiempo futuro y post-futuro, en un lenguaje estéril, pedestre, pedante y tan obvio como dependiente de las tecnologías y alucinaciones comerciales, imposibles de disfrazar, incluso para su inconsciente traidor. Un vendedor de espejitos digitales.

Son charadas sobre la “diversidad”, es el pánico a la Autoridad, asociada inconscientemente, siempre al Gran Amo Feroz –por decir lo menos- a “los totalitarismos que buscaban crear ciudadanos amoldados a las ideologías de los gobernantes”... (Hay que moldearlos para el consumo frenético de las cosas que solo yo vendo… agregado nuestro)…  Es el asalto cómico “Conocemos bien las razones por las que surgió el libro de texto único, gratuito y nacional….Sin embargo, creo que ya superamos en buena medida esa etapa y que el libro de texto único se ha convertido en un obstáculo en muchos sentidos, más que en un acicate para el progre$$$o…” (5): es la consabida jerigonza neoliberal región 4, encuerada, sin pudor ni rubores…

Frente a estos arrebatos, urgen Librerías con vida política: vida activa, despierta, en constante cambio, libre, justa, sensible y prudente, administrada por la inteligencia imaginativa, que haga de la valentía ciudadana, su virtud cardinal. Vida política significa el carácter real, que da el gobierno propio. La autarquía, el poder de ser principio de uno mismo: deliberaciones, decisiones, en general, acciones ante causas externas.

La Librería ideal en la Cuarta Transformación debe ser una empresa en revolución y con responsabilidad social, donde brille el oficio del profesional de la librería. Que anteponga la Autoridad del Fomento a la Lectura, sobre el principio comercial de la máxima ganancia.

Agregaría algo indispensable para que toda librería se constituya en una vida bella: ¡saber hacer cuentas! (6); y aprender de memoria la conseja anecdótica que cita el de Estagira en el libro primero que trata sobre las cosas Políticas: cuando Tales de Mileto decide hacer negocios (7)

(1) “Al momento de escribir este documento, me informa una de mis hijas, que al acudir al municipio de Tejupilco a tramitar un permiso para organizar una Feria de Libros… un tal Rubén, el Regidor de Educación –grosero- espetó “¿para que una Feria de Libros? Si aquí nadie lee” y no aprobó nada; que luego visitó al encargado de la Economía municipal y que el interfecto se mostró entusiasmado, dijo que sí, pero que agregó ¿Dónde está la librería que me dices?”
(2) “Ser editor es acudir al llamado de los dioses, es una vocación, un apostolado, un inmenso privilegio, entrar al Olimpo de las letras. Ser editor es señalar al que tiene talento y lanzarlo… es profetizar:… También es decepcionarse y rechazar.” (Elena Poniatowska, La jornada, 17 mayo 2020 https://www.jornada.com.mx/2020/05/17/cultura/a03a1cul)
(6) Puesta en marcha de una librería. La cuenta de la vieja… en una servilleta
(7) En la Política de Aristóteles puede leerse refiriéndose a Tales de Mileto: “Pues dice que, cuando, por su pobreza, le reprochaban que la filosofía era inútil, tras haber observado por el estudio de los astros que iba a haber una gran producción de olivas, se procuró un pequeño capital, cuando aún era invierno, y que depositó fianzas por todas las presas de aceite de Mileto y Quíos, alquilándolas a bajo precio porque nadie licitó contra él. Cuando llego el momento oportuno, al ser muchos los que a la vez y de repente las pedían, las iba alquilando al precio que quería y reunió mucho dinero, demostrando así que es fácil a los filósofos enriquecerse, si quieren, pero que no son las riquezas lo qu

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