viernes, 30 de noviembre de 2018

LibrArte en la FIL Guadalajara 2018


Aniversario XXV del Congreso de Libreros



Que el calendario no venga con prisas
Que el diccionario detenga las balas

CRONISTA DE SOCIALES
Se llevó a cabo la tradicional comida organizada por el Instituto de Desarrollo Profesional de Libreros (Indeli), en uno de los espacios exclusivos con que cuenta el Hotel Real Inn para estos propósitos y que se localiza exactamente enfrente de la majestuosa Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que este 2018, llega a 32 años ininterrumpidos de cumplir con el rito de la lectura y la cultura del libro, acompañada con un intenso y muy amplio programa de actividades de todo tipo y para todo público.

Fue en este marco impresionante de espíritu y jovialidad, batalla de ideas y de contratos, de votos y renovación de amistades que el Indeli reunió a un nutrido grupo de comensales, testigos del nacimiento del Congreso de Libreros y Editores, que amplía y refuerza al Congreso de libreros, que este año cumplió 25 años de llevarse a cabo a lo largo y ancho del territorio nacional.

Hace un año, la comida anual del Indeli 2017, fue escenario de la entrega de Premios a diferentes aptitudes y capacidades de las librerías y sus libreras y libreros. Se instituyó una categoría de Emprendedora Creativa y la distinción recayó en Cristina Garcia, la Jefa de Librería LibrArte. 
Este año también fuimos requeridos porque la Librería de Tejupilco recibió una invitación con todos los gastos pagados para asistir al próximo Primer Congreso de Libreros y Editores, que se anticipa será en las instalaciones del Hotel Hacienda de Cocoyoc, en las inmediaciones de Cuautla, en el estado de Morelos.

Por la naturaleza del encuentro de esta ocasión, el mensaje que escuchamos vino de parte del incansable Arturo Ahmed, al frente de Editamos, el Instituto para el fomento de la edición y publicación de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM)    

“la nueva institución responde a las exigencias de un sector en constante desarrollo, que motiva la profesionalización de sus miembros y cubre todos los procesos de la industria editorial como edición, producción, administración y comercialización de libros y publicaciones periódicas en todo el país”.
La oferta educativa de Editamos incluye más de 10 diplomados, como “Procesos de edición de libros”, y seminarios como “Introducción al mundo de los libros y las publicaciones periódicas, Beca Juan Grijalbo”, y un programa que incluye cerca de 50 cursos y talleres, los cuales hacen de esta institución única en toda América Latina.


MENSAJE de LibrArte
A nombre de LibrArte, quiero agradecer esta invitación al próximo Congreso de Libreros que organiza el Indeli,  planeado para llevarse a cabo en el estado de Morelos en el mes de marzo del 2019, que bien podríamos llamarle el año 1 si es necesario, con tal de que se entienda que en México todo va a cambiar radicalmente, a partir de este sábado 1 de diciembre.

Quiero agradecer especialmente a Arturo Ahmed, por el trabajo fecundo en favor de la promoción, capacitación y profesionalización de las librerías en México. Nosotros somos consecuencia pura de esta difícil labor.
A la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, a su Presidente Carlos Anaya Rosique, tanto como a todo el equipo incansable que ha conseguido que la CANIEM sea un protagonista activo y destacado –creo que como nunca antes- en el mercado del libro y la lectura en México. El Centro de innovación y desarrollo profesional para la industria editorial (EDITAMOS) es prueba de lo que digo.

A todos ellos y a ustedes que nos acompañan en este día, les damos las gracias porque han inspirado una Librería, en una región alejada de la modernidad y alojada en lo que se conoce como “Tierra caliente”, en razón del clima natural tórrido que la define, por la sinrazón de la criminalidad que impera desde hace años en la región.

Por fortuna, no hemos sido tocados por esta espiral absurda que azota a Tejupilco, el municipio donde se encuentran nuestros establecimientos, dedicados al comercio de libros, al fomento a la lectura y la escritura, al arte y a la salud: porque LibrArte también es DanzArte.

Ello tiene que ver con la Misión de nuestra empresa: Porque somos una librería organizada, administrada y dirigida solo por mujeres, que combate con el gusto por la lectura y escritura, los vicios del alcohol, las drogas y la violencia.

Combates imaginarios y reales. Pienso en el extracto de un poema de Ariosto que cita Fernando Savater, entre Atlante y Bradamante. El de la amazona (queda perfecta la metáfora en estos tiempos de guerras comerciales y prácticas desleales, como el dumping depredador que practican los voraces jugadores del mercado de libros… hablo de los envíos sin costo, los descuentos selectivos, la atención privilegiada a las cadenas libreras, las barreras a la entrada a las librerías independientes, de barrio o en resistencia, la no aplicación de la ley del precio único del libro, tanto como la no exención del IVA a los mismos) Amazona de pelo en pecho, que sobre caballos voladores y fuertemente armada cae derrotada por un viejecito que solo empuña un libro, que se vale del oficio de librero.

Batallas reales de todos los días, contra adversarios impensados, nuestros vecinos, amigos: el galán en turno, hijo de padres directores de escuelas primarias, licenciado en Derecho, con Maestría en educación y que reconoce no haber leído NUNCA un libro en su vida;  es el Rector de la Universidad mexiquense interesado en abrir una librería en sus instalaciones, mientras “negocia” por teléfono ¿Cuántos quieres… como que 700?... te mando 200… interviene la secretaria y aconseja… “mándele 300 del horario de las 10 de la mañana, que se vayan con sus maestrillos”… caminando, total no está lejos… hablan de alumnos que tienen que ir acarreados, bajo amenazas y advertencias a “dar apoyo” y aplaudir en un evento político…; es la biblioteca pública que lleva un registro puntual de los 5 visitantes por semana, pero que es un puesto “político” dispuesto por el edil en turno.

Ha sido determinante el rumbo que ha asumido LibrArte a partir de su fundación. Y no se trata de aparentar ser unos genios de la mercadotecnia o de las finanzas, basta ser un buen analista y observador para decidir que LibrArte está a contracorriente con la tendencia del mercado librero en México, de oligopolios y oligopsonios, de élites en urbes sobrepobladas, de plagios y estancos en un mercado distorsionado, incapaz de acceder con el libro y la lectura a regiones como las que atendemos, que además de Tejupilco, abarca al menos una decena de municipios, e influye sin duda alguna en dos entidades colindantes al estado de México, son los estado de Guerrero y Michoacán.

Son diagnósticos que nos acompañan desde 2015 cuando obtuvimos el Premio como Emprendedores Estado de México, sobre 76 concursantes. Tesis que se han afilado para merecer el Premio Nacional de Librería 2016 y perfilado en el documento que calificó como Premio Nacional al Fomento a la Lectura y Escritura desde la Librería 2017.

Y que han llevado en lo que va del año, a escribir algunas ideas sobre el papel y naturaleza de la Librería Ideal, en esta coyuntura de tránsito hacia la Cuarta Transformación de México.

ANTECEDENTES
Siento un gusto que me transporta tres décadas atrás en el tiempo, cuando me contrataron para realizar un Diagnóstico sobre la Industria de la Informática en México. Era el INEGI y su titular Pedro Aspe, recién nombrado Presidente es esta institución, que todavía se alojaba en la calle de Bucareli esquina con Morelos.

Pedro Aspe traía fama de ser agente de la CIA, venía como director de Economía en el ITAM y por lo que a mí respecta, todavía pensaba ser parte del gobierno de México. Resulta que el que un par de años después fuera catalogado como el mejor Secretario de Hacienda en la historia de nuestro país, me encargó a través de interpósitas personas –no crean que trataba directamente con él- realizar esta investigación para saber ¿Cuál debería ser la política pública en la materia? que desde entonces se vislumbraba como una actividad en un mercado en cambio y evolución acelerado, exponencial en muy poco tiempo, tal y como lo podemos comprobar a la fecha.

El INEGI y el sector público necesitaban con urgencia que sus decisiones de compra y empleo de los recursos informáticos no obedecieran estricta y exclusivamente los ordenamientos de los manuales de operación y gestión de la IBM.

¿Qué tanta diferencia puede haber entre la Informática y la Cadena del Libro y la Lectura, considerados como mercados, pensando en economía y finanzas?

Se insiste en considerar a las Editoriales como industrias y a las Librerías como servicios de comercio. Eso tiene que cambiar.

Además, hay que incluir en un diagnóstico correcto, la parte del mercado que corresponde a la estructura de la demanda: escuelas, lectores, “piratería”, estancos, a los maestros y sus verdaderos problemas relacionados con la enseñanza y el tiempo para ser lectores: los ahogan las burocracias que les exigen un titipuchal de informes y reportes absolutamente inútiles; y no se diga a las escuelas privadas, cooptadas por las editoriales especializadas, que conceden ahora además de comisiones, y obsequios, gastos cada vez más lejanos porque Acapulquito ya no es suficiente y anhelan viajes en cruceros, destinos trasatlánticos.

Resulta inadmisible que una librería localizado en la costa de Guerrero que mereció un premio al fomento a la lectura por parte de CONACULTA, afirme que son felices aunque solo vendan un par de libros a la semana; o que Sonia Verjovsky declaré a un medio español, a donde emigró tras cerrar su célebre Librería en Cuernavaca, que en siete años de trabajo diario, ni ella ni su hermano y socio cobraron un sueldo, una sola semana.


Las librerías tienen que ser, además de baluartes en la Cuarta Transformación en ciernes, negocio que permita vivir con frugalidad republicana, pero bien. Hay que comenzar por definir cada parte de la ecuación.

En la pasada FILUNI UNAM se invitó a escribir un texto sobre la Librería ideal y el que presentamos por LibrArte fue elegido para merecer una beca al COLIME 2019, a la que me referí en un principio.

LA LIBRERÍA IDEAL
El modelo de Librería Ideal que pensamos en LibrArte es aquella que tiene vida política propia. Vida activa, despierta, en constante cambio, libre, justa, sensible y prudente, administrada por la inteligencia imaginativa, que haga de la valentía ciudadana, su virtud cardinal.
Vida política significa el carácter real, que da el gobierno propio. La autarquía: el poder de ser principio de uno mismo: deliberaciones, decisiones, actuaciones, en general, acciones ante causas externas.

Librería que enfrente y resuelva los asuntos de economía y de tecnología, para anticipar el porvenir del medio (y el soporte del medio) –la causa primera o material, el Libro-; en que se habrá de llevar a cabo el objeto de ella –la causa formal, la Lectura-; pero antes que todo, intervenga en el debate de la causa final del proceso: la lectura y la formación de lectores, el acceso al conocimiento, la palabra escrita, la comunidad política, la felicidad del Estado. 

Prudencia y valentía para no dejarse arrostrar por aquellos que en el mundo globalizado del “neoliberalismo”, marcan la agenda a la hora de hablar del futuro de la tecnología, porque entonces se invierten las partes y  la robótica, la cibernética y la informática adquieren patente de corso sobre un tema que es ante todo político, porque trata sobre la naturaleza mayor de la humanidad, que es la palabra.

Se soslaya que la forma en que se organizan las comunidades, es la que decide las políticas públicas que atañen a la educación y a la cultura. Que es el Estado el que determina la literatura y por ello de las librerías.


En la realeza florecerían librerías regias, en el Estado aristocrático nobles. Así sucede respectivamente para las librerías en las comunidades donde ordenan los principios de la plutocracia (acumulación de riqueza), democráticas (librerías para las mayorías pobres); y, si es posible hablar de librerías en las tiranías, serán aquellas que privilegien el fanatismo y el temor a la muerte.

En la república, en México, la Librería Ideal será republicana: “Ya que se dice y se sabe que las Librerías, más que vender libros, somos Centros Culturales: recintos para el encuentro entre autores y lectores, oráculos donde encontrar resoluciones a las dudas de cada uno y de todos, ventanas para asomarse a lo desconocido, puertas para abrir, espacios infantiles, diálogos con la historia, arcanos de poder, valladares contra el oscurantismo, barreras infranqueables, la última línea contra el despotismo de los gobernantes” (LibrArte 2016)

En el umbral de la Cuarta Transformación de México, definir a la Librería Ideal como “aquella que combate con el gusto por la lectura, los vicios del alcohol, las drogas y la violencia”, es comprender con prudencia e inteligencia, la naturaleza y el papel que ocupan las librerías. Quizás en los 80’s, habría que hablar de librerías que defenderían a la lectura como un perro; y en los 70’s, librerías que llevarían la lectura “arriba y adelante”, pasando por el tiempo en que  a las librerías “ni las ven ni las oyen”, hasta arribar al estado de grima nacional, cuando las librerías no puedan recomendar ni tres libros que han marcado su vida.

La Librería Ideal debe ser una empresa en revolución, en resistencia, donde brille el oficio del librero. Que anteponga la Autoridad del fomento a la lectura, sobre el principio comercial de la máxima ganancia.
Librerías que escuchen y aprendan: entonces los espacios interiores, la razón social o comercial, los pasillos amplios, la atención a los clientes con discapacidades físicas, los colores, la altura de los establecimientos, la exhibición de los libros y otros objetos relacionados con la lectura, la rotación de inventarios, la organización, administración, siendo capitales, no son principales.

Que la Librería Ideal no se reduzca a un simple expendio de libros al por mayor, para “convertirse en una grata y fecunda síntesis de biblioteca, tertuliadero y galería de arte… Algo, en fin, que dignifique a la ciudad y al individuo...”
Sin olvidar, por un instante que "en el tiempo actual, y así lo señalan los datos, la librería es más de libreras que de libreros. Tiene, por lo tanto, rostro de mujer” (Marcial Pons)





jueves, 22 de noviembre de 2018

LAS LIBRERÍAS Y LA CUARTA TRANSFORMACIÓN DE MÉXICO

LAS LIBRERÍAS Y LA CUARTA TRANSFORMACIÓN DE MÉXICO 


Luis Guillermo Garcia Ruiz 

  
Noviembre 2018 





En medio de la precariedad generalizada y el desánimo al que tantas cosas nos invitan,  
las librerías somos una embajada de futuro 

1. Introducción   Existe un falso dilema en torno a la lectura, los libros y las librerías, que acapara la atención de una buena parte de los interesados: editores, correctores de estilo, traductores, académicos, promotores de la lectura, impresores y encuadernadores, en fin, a todos los que participan en la cadena del libro y la lectura. 

Parece que es urgente resolver los asuntos de economía y de tecnología, para anticipar el porvenir del medio (y el soporte del medio) –la causa primera o material, el Libro-; en que se habrá de llevar a cabo el objeto de ella –la causa formal, la Lectura-; sin entrar a discutir la causa final del proceso: la lectura y la formación de lectores, el acceso al conocimiento, la palabra escrita, la comunidad política, la felicidad del Estado.  

Se invierten las partes y entonces la robótica, la cibernética y la informática adquieren patente de corso sobre un tema que es ante todo político, porque trata sobre la naturaleza mayor de la humanidad, que es la palabra. 

Se soslaya que la forma en que se organizan las comunidades, es la que decide las políticas públicas que atañen a la educación y a la cultura, y en seguida a las estructuras de producción, el tipo y propósito de los algoritmos de lo que sea, y el comercio de sus productos.  

Que es el Estado el que determina la literatura y por ello de las librerías.  En la realeza florecerían librerías regias, en el Estado aristocrático nobles. Así sucede respectivamente para las librerías en las comunidades donde ordenan los principios de la plutocracia (acumulación de riqueza), democráticas (librerías para las mayorías pobres); y, si es posible hablar de librerías en las tiranías, serán aquellas que privilegien el fanatismo y el temor a la muerte.  

En la república, en México, la Librería Ideal será republicana: “Ya que se dice y se sabe que las Librerías, más que vender libros, somos Centros Culturales: recintos para el encuentro entre autores y lectores, oráculos donde encontrar resoluciones a las dudas de cada uno y de todos, ventanas para asomarse a lo desconocido, puertas para abrir, espacios infantiles, diálogos con la historia, arcanos de poder, valladares contra el oscurantismo, barreras infranqueables, la última línea contra el despotismo de los gobernantes”  

En el umbral de la Cuarta Transformación de México, definir a la Librería Ideal como “aquella que combate con el gusto por la lectura, los vicios del alcohol, las drogas y la violencia”, es comprender con prudencia e inteligencia, la naturaleza y el papel que ocupan las librerías. Quizás en los 80’s, habría que hablar de librerías que defenderían a la lectura como un perro; y en los 70’s, librerías que llevarían la lectura “arriba y adelante”, pasando por el tiempo en que  a las librerías “ni las ven ni las oyen”, hasta arribar al estado de grima nacional, cuando las librerías no puedan recomendar ni tres libros que han marcado su vida.  

Librerías con vida política: vida activa, despierta, en constante cambio, libre, justa, sensible y prudente, administrada por la inteligencia imaginativa, que haga de la valentía ciudadana, su virtud cardinal. 

Vida política significa el carácter real, que da el gobierno propio. La autarquía, el poder de ser principio de uno mismo: deliberaciones, decisiones, actuaciones, en general, acciones ante causas externas. 

La Librería ideal en la Cuarta Transformación debe ser una empresa en revolución y con responsabilidad social, donde brille el oficio del librero. Que anteponga la Autoridad del Fomento a la Lectura, sobre el principio comercial de la máxima ganancia. 

2.  Exposición de motivos
Nos llaman de diferentes maneras: Para la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM) somos librerías independientes, en tanto no pertenecemos a ninguna de las grandes cadenas libreras que existen en el país, y porque nuestra actividad no va de la mano con la asignación de un presupuesto anual, de algún conglomerado público o privado: porque nuestras decisiones de compra y operación diaria no dependen de resultados medidos por parámetros ligados estrictamente a lo económico. Nos reconocen también como librerías tradicionales, como “aquellos comercios dedicados a la venta exclusiva o principalmente de libros, en local establecido con acceso al público en general, con inventarios permanentes y/o virtuales, con venta al menudeo a distancia y/o a domicilio 

Nos gusta usar el término librería de barrio  “que toma cada vez más fuerza en el argot librero, pese a que no está formalmente definida en ninguna de las estadísticas o glosarios de la industria y sus instituciones, es decir, no existe un apartado formal donde se tome al barrio, a la comunidad, no solo como comprador final de los productos ofertados por la librería, sino como un sistema que se encuentra en constante diálogo con ésta y que la retroalimenta día a día al hacerla partícipe de sus necesidades y que a cambio recibe no solo una oferta de libros, sino de otras actividades complementarias” 

Pero si hay un rasgo en común que caracteriza a la mayoría de nosotras las librerías, es que somos empresas  familiares, pequeñas establecimientos, y que somos muy pocas librerías; que hacemos esfuerzas enormes para sobrevivir frente a las barreras a la entrada de competidores en un mercado con profundas irregularidades comerciales y agresivas prácticas discriminatorias,  e incluso depredadoras, por ambos lados de la moneda librera: La oferta y las editoriales, tanto como la demanda y las cadenas libreras. 

Por eso es que hay otra clasificación, que considera que las Pequeñas Librerías Independientes, llevamos a cabo prácticas creativas que pueden considerarse experiencias de resistencia en un contexto en el que las manifestaciones artísticas se ven relegadas a un segundo plano, en comunidades donde muchas veces no se cumplen las necesidades básicas como seguridad y trabajo. 

Porque somos una especie de Librerías que estamos a contracorriente con la tendencia del mercado librero en México, de oligopolios y oligopsonios, de élites en urbes sobrepobladas, de plagios y estancos en un mercado distorsionado, incapaz de acceder con el libro y la lectura a regiones y municipios alejados de las ciudades y capitales de la república mexicana.   

3. Escenarios
El sector librero en México se encuentra en una crisis profunda: durante el último levantamiento estadístico elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI, en el año 2014 se registraron 1724 puntos de venta de libros (INEGI, 2017). Según estos datos, la media en el país es de una librería, o punto de venta de libros, por cada 82,000 habitantes; sin embargo, la mayor concentración de ellas, 537, se encuentra en la Ciudad de México, lo que deja al resto de los estados ante una falta desproporcionada de productos editoriales y, en muchos casos, de actividades en torno al libro y la lectura.  Sin embargo otras fuentes señalan que en México sólo existen 600 librerías y 900 puntos de venta, lo que significa que hay una librería por cada 200 mil habitantes: no extraña que 40% de la población mexicana afirme nunca haber entrado a una librería, y que el 94% de los municipios -2350 de los aproximadamente 2500-  no cuenten con ninguna librería.   

4. Propuesta
A raíz de la crisis librera que actualmente se vive en el país, producto de las muy pocas librerías establecidas, han surgido diversas propuestas desde los sectores social y privado, tendientes a organizar, promover y fortalecer estos establecimientos, donde los libreros fungen como mediadores culturales para acercar los libros, la lectura y otras manifestaciones artísticas a sus comunidades. 

Nosotros nos presentamos ante esta Autoridad Cultural como una Red de Librerías Independientes, que comprueba que no es verdadera la afirmación repetida, de que México se encamina a un país sin librerías.  

Consideramos que, contrariamente a la especie que condena a las librerías independientes o de barrio, en resistencia, a la cuasi desaparición, a causa de las nuevas formas de consumo online, basadas en el modelo anglosajón de naturaleza oligárquica, esto es enfocadas exclusivamente en la obtención de ganancias comerciales, nosotras, las librerías independientes en México representamos un baluarte fundamental en el proceso de Transformación de la República Mexicana. 

Ponemos a consideración del próximo gobierno, dos escenarios ideales y complementarios para que las Librerías Independientes en México llevemos hasta los rincones apartados de nuestra nación, el hábito y el placer de la lectura y la importancia del libro. Fomentar la lectura, para formar ciudadanos. 

ESTRUCTURA Y ORGANIZACIÓN: Reconocer el papel de las Librerías Independientes bajo una de estas expectativas:

 I. Apoyar la creación de una Asociación de Librerías incluyente y representativa, que  bien puede ser como parte de la Asociación de Librerías de México A.C. (ALMAC)  o al interior de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM). 
- En un caso, hay que revisar los estatutos y las prácticas democráticas para   justicia de todos los que nos afiliáramos a la ALMAC. 
- En el segundo caso, la CANIEM sería el lugar ideal para todas las librerías,   siempre y cuando exista disposición y voluntad política, para revisar el marco   jurídico, legal y estatutos de la cámara, que le permita extender sus miras hacia   el horizonte que abarca la parte de la industria editorial que trata el comercio   de libros y a las librerías.

 II. Convocar a la organización de una Cámara Nacional de Librerías Independientes  y Agentes Mediadores y de Fomento a la Lectura. Existen dos casos que puedes servir  de pauta para este escenario: 
- La creación de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación   (CANACINTRA) que se constituye a instancias del Presidente Manuel Ávila   Camacho, frente a la flagrancia de la Segunda Guerra Mundial, por la urgente   necesidad de unidad nacional, y para garantizar el abastecimiento de bienes   de consumo.    Ese sería el escenario al que se podría acudir y reunir en una cámara a librerías,   asociaciones, e institutos encargados de las librerías y del fomento a la lectura,   para enfrentar a través del comercio de libros y la lectura, la guerra comercial   no declarada, que se ha convertido en una suerte de guerra civil en México. 
- La previsible Transformación del Fondo de Cultura Económica en ciernes

APOYO Y FOMENTO: Con el objetivo ideal,  para que exista al menos una librería en cada uno de los 2458 municipios que constituyen a la República Mexicana, necesitamos que: 

A tiempo y con la reserva de revisar los modelos libreros en otras partes del mundo, y poder soñar con la presencia de librerías en pueblitos con dos mil habitantes como sucede en España, o las políticas de edición, publicación y distribución de libros en Italia o en Francia; o con el ejemplo de China, cuyo gobierno acaba de anunciar un plan para subsidiar las librerías independientes del país, con el requisito de “ser distinguidas, únicas y de barrio”.  

Nosotras consideramos que la siguiente relación de medidas de apoyo y fomento en las Políticas Públicas en la materia, son indispensables para conseguir el objetivo trazado: 

- Crear un Sello de Calidad, avalado por la Secretaría de Cultura, CANIEM, ALMAC o alguna otra instancia designada. 
- Estímulos tributarios de orden nacional, estatal y local, para las librerías que cumplan con los requisitos de Sello de Calidad, con el tiempo establecida, aspectos administrativos y técnicos, indispensables para hacerse acreedoras a estos beneficios. 
- Incentivos fiscales a editoriales que den apoyo a las librerías independientes establecidas formalmente y que además ofrezcan en sus espacios promoción de la lectura 
- Incentivos fiscales a editoriales que se encarguen de pagar el flete de envío de libros a provincia, y a las librerías por el pago del flete de regreso al hacer devoluciones. 
- Créditos preferenciales y subsidios para la modernización de las librerías  independientes que tengan una de las siguientes finalidades:   
A. La renovación tecnológica que permitan tanto una mejor relación entre  la librería y el  usuario como una mayor difusión de la oferta de libros y del  fondo editorial del establecimiento.  
B. La ejecución de obras en el establecimiento siempre y cuando supongan  una clara mejora de su espacio cultural. Las obras deberán tener por finalidad  mejorar la prestación del servicio, la accesibilidad del público lector a las  instalaciones o adaptar la librería a los nuevos hábitos de compra y oferta de  libros. 
- Precio único del libro: La Ley de Fomento para la lectura y el Libro va más allá de El precio único, ya que contiene criterios para el fomento de librerías. Hablamos del mercado del libro, del tiempo suficiente para generar competencia, la bibliodiversidad, calidades y contenidos. Es urgente insistir en esta ley y ampararnos en ella todas las librerías independientes. Porque falta hablar de librerías. 
- Compras públicas. Plan de dotación de bibliotecas: incluir a las librerías 
- Capacitación y formación de distintas instancias y organizaciones que nos apoyen con recursos, becas, promociones para asistir a congresos y actividades de profesionalización, como los que ofrece Editamos de la CANIEM - Mejores condiciones comerciales: a librerías que cuenten con Sello de calidad, en colaboración con las editoriales. 
- Mercadotecnia: planes nacionales, regionales, estatales para la difusión de la lectura y la cultura del libro. 
- Asesoría legal: para denunciar las prácticas desleales y de competencia en el mercado librero y editorial: coalición de intereses, “dumping”, plagio, venta de libros ilegales, comercio en la vía pública, prevaricación e incluso actos de corrupción en la escuela pública. 
- Cuotas y aportaciones: exención de cuotas para aquellas librerías en proceso de ampliación o de reciente creación, siempre y cuando cumplan con los requisitos de calidad 



“El libro  y las librerías son  un bien cultural que merece la protección del Estado debido a su función social más que mercantil”. 

Ley de Fomento para la Lectura y el Libro 














jueves, 15 de noviembre de 2018

LAS LIBRERÍAS Y LA RESTAURACIÓN DE LA REPÚBLICA

EPOPEYA EN CINCO ACTOS

Primer Acto: Introducción  
Existe un falso dilema en torno a la lectura, los libros y las librerías, que acapara la atención de una buena parte de los interesados: “editores, correctores de estilo, traductores, académicos, promotores de la lectura, impresores y encuadernadores, en fin, a todos los que participan en la cadena del libro y la lectura” (1).

Se invierten las partes y entonces la robótica, la cibernética y la informática adquieren patente de corso sobre un tema que es ante todo político, porque trata sobre la naturaleza mayor de la humanidad, que es la palabra.

En el umbral de una transformación real y radical de la nación, es necesario detenerse en el  debate de las ideas en torno al carácter y naturaleza del Estado que queremos para nosotros, México, en el umbral de la IV Transformación: Independencia-Reforma-Revolución-Restauración de la República.

Segundo Acto: Antecedentes
La coyuntura actual, tras los resultados han decidido la conquista del poder político en las urnas –con el voto avasallador de más de 30 millones de sufragios, que dan legitimidad y autoridad a Andrés Manuel López Obrador-  para gobernar en beneficio de las mayorías de este país, que son las más pobres.

El tamaño del reto exige de imaginación, esfuerzo y participación  social, como nunca antes desde el 18 de marzo de 1938, se ha visto jamás. Se ha dado el paso más importante, en el proceso electoral: el ejemplo deberá extenderse y reproducirse a lo largo y ancho de la nación, que además del gobierno federal está constituido por los gobiernos estatales y municipales, los poderes judicial y legislativo en los mismos órdenes políticos. A todo el Estado mexicano, público, privado -nacional y con inversión extranjera- y social, que trabaja y se asienta a lo largo y ancho del territorio nacional, incluidas, por supuesto, las instituciones educativas, de cultura, de comunicación y esparcimiento.

La empresa luce titánica y por ello demanda mayor participación de la ciudadanía y tal vez, hasta de ocurrencias… “pero las ocurrencias sí se valen porque son las que permiten reflexionar” (2). Es el tiempo de librar “Batalla de los libros”, un auténtico combate entre autores y libros antiguos y modernos,  como la de Jonathan Swift, que en vez de tener como escenario la biblioteca de Saint James, se juegue a lo largo y ancho de nuestro país.

Ser parte de la conquista y conservación del poder político en México y de su ejercicio, en beneficio siempre de los ciudadanos y acaso, solo incidentalmente de los gobernantes,  reclama que como librerías, como industrias culturales (3) y como mexicanos, atendamos dos frentes capitales que nos atañen: el rumbo que ha de seguir la IV Transformación en tránsito, primero; y la naturaleza y papel que han de desempeñar en el proceso de Transformación, la Cultura del Libro y las librerías. Por eso estamos aquí.

Tercer Acto: Las librerías: un baluarte para la restauración de la república en México
Hay tres razones que acompañan  la restauración de la república en México y en todas ellas, las librerías podríamos desempeñar un papel clave en este proceso de sanación política:

-         Porque cuando triunfan las repúblicas desaparecen de la sociedad, cual si se tratase de un acto de magia, los muy ricos y los muy pobres. Es la fusión de los criterios oligárquicos y democráticos con los que se arriba a la justicia del orden político republicano, el justo medio donde reina la libertad y la virtud (4).

Vale la pena recordar que una librería no es sólo un almacén de libros, sino el lugar en que libreros y libreras hacen de oficiantes, y no sólo de intermediarios, de lo mejor de lo que colectivamente somos. Y, como tales…  de lo mejor que colectivamente podemos aspirar a ser. (5)

-     Porque la única manera de conseguir un estado justo y por tanto bien ordenado, es que los gobernantes tengan una vida superior y rica en excelencias del alma, una vida política, activa, de otra naturaleza a la vida dormida que se propala como sinónimo de felicidad en las oligarquías, de hombres famélicos de bienes externos, por padecer ayuno permanente de bienes internos.

“A mediados del siglo XX, el gabinete presidencial tenía una escolaridad promedio que apenas llegaba a la licenciatura. Sin embargo, muchos funcionarios de entonces creían en los libros, en el arte, en la cultura, como algo importantísimo para la vida personal y nacional…. Ahora hay altos funcionarios con doctorados en el extranjero a los cuales no es fácil explicarles que la cultura sí nos importa.” (6)

-       Porque la constitución de una república no significa la caída de un estado justo a uno injusto, sino la elevación y mejoramiento de los estados injustos a los justos. Es la capacidad de las sociedades humanas para recobrar su salud y recuperarse. Transitar de oligarquías o democracias, a gobiernos constitucionales, siempre y cuando se logren quitar de los extremos pasionales, la riqueza y la pobreza excesivas.

Son tres premisas, necesarias y suficientes para urgir que las pequeñas librerías, las de barrio, las independientes, las grandes cadenas o las librerías públicas, antepongan sobre el principio empresarial del comercio de libros, la autoridad del Fomento a la Lectura y la creación de Lectores: garantes del acceso de la lectura activa a los hombres y mujeres libres, a las mayorías sociales, a las clases medias ilustradas, investidas de la necesaria valentía ciudadana y la virtud de la justicia social.

Que en las librerías brille el oficio del librero, y decir con orgullo “el mío es el oficio más arriesgado del mundo… soy responsable de la difusión del pensamiento, incluso del más incómodo”. (7)

Pero a diferencia de los problemas que enfrentan hoy en día la lectura y las librerías en otras partes del mundo, que observa una mutación de los hábitos culturales… “que los escolares han dejado de ir a las librerías con normalidad y regularidad… que se rompe el pacto que confiere a las librerías el privilegio de ser el lugar del descubrimiento de los libros...” (8), tanto como el impredecible impacto final de las tecnologías y servicios digitales en la composición y estructura del mercado editorial y de la lectura, en nuestro país, por desgracia, suceden cosas más graves, que un asunto de oferta y demanda.

Porque lo que se ha roto en México, desfondado, es la moral y la política. Vivimos en un estado de bancarrota pública, más grave que la financiera. Estado de pérdida nacional, que se caracteriza por la impunidad imperante en la sociedad. “Ruptura de la fusión entre riqueza y libertad, que en vez de una riqueza común o compartida, los cada vez más pocos ricos en exceso se han vuelto más ricos y los muchos demasiado pobres, cada vez más numerosos, se hacen más pobres, con excepción de sus líderes.
Roto el pacto republicano, los ricos apoderados de los privilegios fiscales, los pobres sindicalizados, apoderados de las empresas paraestatales y las entidades públicas como las universidades y las escuelas de los ciclos primario y secundario, la burocracia partidista y pública, apoderada de los puestos públicos y los recursos públicos.
Tal desmembramiento causa la ruptura y desarticulación de las clases sociales y el pacto social todo. Panorama que se ofrece agravado por la guerra librada entre los diferentes cárteles del crimen organizado público y privado, oficial e internacional, lo más antirrepublicano que puede haber en una república, que se ha dejado someter por nuestro vecino, el narcoestado estadounidense, sin límites con la legalización de la droga.” (9)

Esto y más son las cumbres que tenemos que conquistar, las escasas librerías que hay en México que por eso y ante todo, debemos definir la naturaleza y papel de la librería y resolver un problema mayor de urgente solución, que nos trae aquí: la organización económica, social y política de las librerías, para que el Estado reconozca y valore en su justa medida la importancia de las librerías, especialmente las librerías independientes, las de barrio, las librerías de proximidad que anteponen al principio de la ganancia, la autoridad del fomento a la lectura.

Cuarto Acto: La Librería Ideal
El modelo de Librería Ideal que pensamos es aquella que tiene vida política propia. Vida activa, despierta, en constante cambio, libre, justa, sensible y prudente, administrada por la inteligencia imaginativa, que haga de la valentía ciudadana, su virtud cardinal. Todo lo contrario a aquellos agentes con vida dormida y pasiva, que “les pasan inadvertidas las cosas que hacen despiertas, del mismo modo que no advierten cuantas cosas hacen mientras duermen” (Heráclito)

Vida política significa el carácter real, que da el gobierno propio. La autarquía: el poder de ser principio de uno mismo: deliberaciones, decisiones, actuaciones, en general, acciones ante causas externas.

Librería que enfrente y resuelva los asuntos de economía y de tecnología, para anticipar el porvenir del medio (y el soporte del medio) –la causa primera o material, el Libro-; en que se habrá de llevar a cabo el objeto de ella –la causa formal, la Lectura-; pero antes que todo, intervenga en el debate de la causa final del proceso: la lectura y la formación de lectores, el acceso al conocimiento, la palabra escrita, la comunidad política, la felicidad del Estado.
 
Prudencia y valentía para no dejarse arrostrar por aquellos que en el mundo globalizado del “neoliberalismo”, marcan la agenda a la hora de hablar del futuro de la tecnología, porque entonces se invierten las partes y  la robótica, la cibernética y la informática adquieren patente de corso sobre un tema que es ante todo político, porque trata sobre la naturaleza mayor de la humanidad, que es la palabra.

Se soslaya que la forma en que se organizan las comunidades, es la que decide las políticas públicas que atañen a la educación y a la cultura, y en seguida a las estructuras de producción, el tipo y propósito de los algoritmos de lo que sea, y el comercio de sus productos. Que es el Estado el que determina la literatura y por ello de las librerías.

En la realeza florecerían librerías regias, en el Estado aristocrático nobles. Así sucede respectivamente para las librerías en las comunidades donde ordenan los principios de la plutocracia (acumulación de riqueza), democráticas (librerías para las mayorías pobres); y, si es posible hablar de librerías en las tiranías, serán aquellas que privilegien el fanatismo y el temor a la muerte.

En la república, en México, la Librería Ideal será republicana: “Ya que se dice y se sabe que las Librerías, más que vender libros, somos Centros Culturales: recintos para el encuentro entre autores y lectores, oráculos donde encontrar resoluciones a las dudas de cada uno y de todos, ventanas para asomarse a lo desconocido, puertas para abrir, espacios infantiles, diálogos con la historia, arcanos de poder, valladares contra el oscurantismo, barreras infranqueables, la última línea contra el despotismo de los gobernantes” (10)

En el umbral de la Cuarta Transformación de México, definir a la Librería Ideal como “aquella que combate con el gusto por la lectura, los vicios del alcohol, las drogas y la violencia” (LibrArte), es comprender con prudencia e inteligencia, la naturaleza y el papel que ocupan las librerías. Quizás en los 80’s, habría que hablar de librerías que defenderían a la lectura como un perro; y en los 70’s, librerías que llevarían la lectura “arriba y adelante”, pasando por el tiempo en que  a las librerías “ni las ven ni las oyen”, hasta arribar al estado de grima nacional, cuando las librerías no puedan recomendar ni tres libros que han marcado su vida.

La Librería Ideal debe ser una empresa en revolución, en resistencia, donde brille el oficio del librero. Que anteponga la Autoridad del fomento a la lectura, sobre el principio comercial de la máxima ganancia.

Librerías que escuchen y aprendan: entonces los espacios interiores, la razón social o comercial, los pasillos amplios, la atención a los clientes con discapacidades físicas, los colores, la altura de los establecimientos, la exhibición de los libros y otros objetos relacionados con la lectura, la rotación de inventarios, la organización, administración, siendo capitales, no son principales.

Mejor parafraseo a Don Luis Mejía, para describir físicamente que la Librería Ideal no se reduzca a un simple expendio de libros al por mayor, para “convertirse en una grata y fecunda síntesis de biblioteca, tertuliadero y galería de arte”. Librerías donde adquirir un libro no sea, “simplemente, un helado intercambio de monedas por letras de molde. Sino, muy por el  contrario, un lugar donde la inteligencia, en sus variados frentes, sea algo vivo... Algo, en fin, que dignifique a la ciudad y al individuo...”

Sin olvidar, por un instante que "en el tiempo actual, y así lo señalan los datos, la librería es más de libreras que de libreros. Tiene, por lo tanto, rostro de mujer” (11)

Quinto Acto: Librería LibrArte
Desperté pensando escribir la canción más bella del mundo, dedicada a los libros y la lectura, a la juventud y la belleza, a la familia y el esfuerzo tenaz y amoroso por nuestra comunidad que es México.
Porque toda palabra es poesía cuando evoca y suspira, con la rima y melodía, en la medida y el encanto que brota de la alegría y la justicia, del triunfo del bien sobre el mal, de lo mejor sobre lo inferior.
Porque toda poesía es una canción que arrulla y recuerda, acompaña y genera, que teje y confecciona un sarape o una capa, un poncho o un jorongo, un himno que con júbilo recuerda, que el mayor de los dioses es la vida misma y el tiempo de todos nosotros.

Se me ocurre decir que “LibrArte es México” y en siete sílabas crear un haiku, que dispare las evocaciones más profundas que habitan en el inconsciente dormido nacional, para cumplir con el cometido que nos reúne aquí y ahora: Despertar a la vida Política.

Celebrar el verdadero aniversario de todo México, que se resume en el nombre de LibrArte: Libertad, Libros y Arte. Los principios de la democracia y la aristocracia que regeneran la vida política en México. Celebramos la restauración de la república, el gobierno frontera que suma a la minoría de los pocos muy ricos, las mayorías de los muchos demasiado pobres, con la justicia de la valentía y la nobleza de la excelencia.

Hace tres décadas, era el mes de noviembre y habíamos decidido convertirnos en migrantes en nuestra patria. En 1988 nuestro país se desmoronaba y aceptaba formar parte del mundo globalizado, del nuevo-viejo orden mundial. Anexionarse al tren de la fantasía del neoliberalismo en calidad de cabús, nación esclavama sumisa, dispuesta a la vendimia, en la subasta, entregada al vicio de la negación del ocio, el negocio del remate de nuestros hijos, hermanos, amigos, familia: estafados e hipnotizados por los mismos encantamientos descritos con maestría por John Steinbeck (12), para despojar a los estadounidenses del centro de la Unión.

Sabemos lo que significa caminar en busca del tiempo perdido. Entendemos a los migrantes que marchan por el mundo. Rechazamos la ruta y destino imperial.
Nosotros emigramos hace treinta años a Temascaltepec y luego a Tejupilco –a la provincia de la provincia- al compás de Caminante no hay camino, se hace camino al andar.

Hemos padecido cinco sexenios de malos gobiernos, de degradación y perversión de lo más caro de nosotros. Porque lo que se ha roto en México, desfondado, es la moral y la ley. Tres décadas de bancarrota política, más grave que la financiera. Estado de pérdida nacional, caracterizado por la impunidad imperante en la sociedad. Crímenes impagables, inexcusables e irreparables, “cometidos generalmente por esos gobernantes que todo desgobiernan”, movidos por una voracidad enfermiza, a sabiendas de que no reciben castigo alguno. 
Más ha llegado el tiempo del perdón y la reconciliación ciudadana, para lograr el fortalecimiento de los lazos de apoyo y unión entre mexicanos en todos los niveles y sectores. Un Yom Kipur mexicano y nacional. Expiación de las dudas y las culpas.

Festejemos todos a Claudia Garcia, Cristina Garcia y Carmen Garcia –así quedó grabada la irrupción de las que ahora llaman Chicas LibrArte- al recibir el Premio Nacional de Librería en el teatro de la FIL Guadalajara 2016.

Celebremos la compañía de instituciones fundamentales del México Republicano: La Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto de Desarrollo Profesional para Libreros, que nos visitan por primera vez hasta esta apartada orilla, en un lance pletórico de romanticismo amigo.

Bienvenidos todos los que nos acompañan, porque serán testigos del alumbramiento de tres proyectos que se gestan a partir de los reconocimientos y honores que las Chicas LibrArte han conquistado: Emprendedoras del estado de México 2015, Librería Nacional 2016, Premio al Fomento a la Lectura y la Escritura 2017.

1. Es la constitución del Fondo LibrArte-DanzArte para el Fomento a la Lectura y la Cultura A.C, donde caben todos los interesados en los libros, la salud, la vida sana, la fraternidad y la sororidad.
2. Es la apertura de Editorial LibrArte, la empresa que se dedicará a publicar las ideas y tradiciones, mitos y leyendas, testimonios y bellezas de la región, de nuestra gente. Que todos conozcan lo mejor de la “Tierra Caliente” de los estados de México, Guerrero y Michoacán. Serán libros, plataformas digitales e impresiones bajo demanda.
3. Es la presentación de una idea que anticipamos hace nueve meses, en el COLIME Acapulco 2018: El nacimiento de una red (quizás una asociación) de Librerías Independientes, que ya cuenta a la fecha, con más de 20 integrantes, a lo largo y ancho del territorio nacional.

Celebremos amigos nuestros, cantemos con alegría este momento, ¡Juntos hacemos la historia!... Brindemos

Bibliografía
(1) Zenker Alejandro http://www.quehacereditorial.com/
(2) Anaya Rosique, Carlos, Inauguración de la FIL Minería 2018
(3) De acuerdo a la UNESCO, las industrias culturales son “Aquellos sectores de actividad organizada que tienen como objeto principal la producción o la reproducción, la promoción, la difusión y/o la comercialización de bienes, servicios y actividades de contenido cultural, artístico o patrimonial”. Este enfoque no sólo se centra en productos reproducidos industrialmente; también abarca a procesos de la cadena productiva y a las funciones específicas de cada sector para hacer llegar sus creaciones al público, por lo que incluye actividades relacionadas como la publicidad, el diseño gráfico o, en este caso, las actividades de fomento cultural y venta de libros.
(4) Marcos, Patricio, La Vida Política en Occidente. Pasado, presente y futuro. Ensayo sobre los paradigmas políticos antiguo y moderno, Senado de la República, LXI Legislatura Comisión de Bibliotecas y Asuntos Editoriales. Miguel Ángel Porrúa, librero-editor. Primera edición 2012
(5) Barandiarán, Txetxu, blog cambiando de tercio pero intentando no perder el rumbo.
Antich, Xavier, Apología de las librerías, 15 abril 2017
(6) Zaid, Gabriel, Paradojas de la Cultura, Letras Libres. 27 noviembre 2013
https://www.letraslibres.com/mexico-espana/paradojas-la-cultura
(7) Barandiarán, Txetxu, Ibídem
(8) Ibídem Antich, Xavier 15 abril 2017
(9) Marcos, Patricio, LA Vida Política en Occidente, Ibídem
(10) Garcia Ruiz Luis Guillermo, Premio Nacional de Librería, LibrArte la librería de Tejupilco  https://drive.google.com/open?id=1GUOz6DghWV91l3IFFaPwU-zblNocJhsK
(11) Barandiaran Txetxu, Librero, librera… prescriptora, testigo, espectadora…
https://cambiandodetercio.wordpress.com/2018/04/08/librero-librera-prescriptora-testigo-espectadora/

(12) Steinbeck John, Las Uvas de la ira, Editorial Porrúa 2001, 443 páginas


MAURICIO ACHAR

  FALLECIÓ EL CREADOR DE LAS LIBRERÍAS GANDHI, MAURICIO ACHAR Su concepto integral revolucionó la librería tradicional. Tenía que estar ce...